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2 jun 2015

Caso Dalmasso: así marcha nuestra Justicia

Caso Nora: separan al fiscal con críticas a la investigación

El juez de Control, Daniel Muñoz, aceptó el apartamiento de Di Santo y cuestionó su tarea: planteó que hay letargo procesal y que durante dos años no se tomó ninguna medida para esclarecer el crimen 
 
La última decisión que tomó el fiscal Javier Di Santo en la investigación por el caso Nora Dalmasso fue autorizar que se sacara un juego de fotocopias que había pedido del querellante particular. Ese acto, intrascendente desde el punto de vista judicial, se produjo hace casi dos años: el 13 de agosto de 2013. Después, no pasó nada más. Ni una pista, ni una medida, ni un avance.

Esa inactividad sostenida en el tiempo fue remarcada por el juez de Control, Daniel Muñoz, en la resolución que emitió ayer y en la que decidió aceptar el apartamiento de Di Santo, quien desde el mismo momento en que apareció el cuerpo de Nora Dalmasso, a fines de noviembre de 2006, estuvo a cargo de la investigación.

El propio fiscal había pedido el viernes pasado ser apartado. Lo hizo, sostienen el Tribunales, porque veía venir la decisión de Muñoz de separarlo del caso después de la presentación que realizó el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Primero, Di Santo fue denunciado penalmente por el delito de “omisión de represión de los delincuentes” por no haber tomado ninguna medida para esclarecer el homicidio de la mujer del traumatólogo Marcelo Macarrón. Posteriormente, ese mismo organismo reclamó que el fiscal fuera apartado de la causa para que los efectos del delito quedaran interrumpidos.

Pedido


El viernes, Di Santo finalmente optó por pedir su propio apartamiento. Lo hizo con un texto en el que defendió férreamente su trabajo y su actuación en la causa. Sólo señaló que se apartaba porque la denuncia en su contra podría colocar en riesgo su imparcialidad y cuestionar la transparencia del proceso.

Muñoz fue muy crítico en su resolución con la argumentación de Di Santo. El juez de Control indicó que, tal vez, el paso del tiempo y la falta de resultados pueden haber incidido “negativamente en el ánimo del investigador”.

“Si las leyes establecen la automática e inevitable reacción frente a la actividad delictiva, al reflejarse en las actuaciones del Caso Dalmasso un estado de letargo procesal, esta demora puede revelar válidamente disyuntivas que actualmente condicionan desfavorablemente al fiscal”, plantea Muñoz.

Y agrega: “Esta ausencia de correlato por parte de Di Santo respecto del estado de la causa cabe inferirlo cuando en el escrito resalta su investigación, se atribuye un compromiso permanente y remite a ratificación de confianza en la pesquisa concretada por los superiores jerárquicos. Es que con ello no hace otra cosa que exaltar se capacidad y respaldos otorgados a su desempeño en un expediente cuyas últimas decisiones se retrotraen al 13 de agosto de 2013”.

El juez de Control indica que esa exaltación no se plasmó en la práctica ya que la investigación no alcanzó su objetivo, que es el juzgamiento y la sanción de los culpables de la muerte de Nora Dalmasso. “Este contexto ubica al fiscal portando una particular sensibilidad que propicia su alejamiento para evitar cualquier duda sobre la justicia de sus decisiones (...) Lo expuesto permite declarar que es pertinente, a los fines de reencauzar adecuadamente el proceso, decidir la exclusión del fiscal”, señala Muñoz y plantea que, así, se le otorga a Di Santo la inhibición que presentó y, a la vez, se evita que se sostenga en el tiempo el supuesto delito que le reprochó el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad.

En las próximas horas, la Justicia definirá quién será el nuevo fiscal que tendrá a su cargo encarar una investigación que ya lleva ocho años y que estuvo envuelta desde el inicio en un manto de impunidad.

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