La noticia de hoy vinculada al narcotráfico en la ciudad es que se entregó el hombre que permanecía prófugo tras el mega operativo anti
drogas en la Terminal y son seis las personas detenidas por orden del
Juzgado Federal. Entre los implicados hay tres gendarmes que se
desempeñaban en el puesto de Holmberg y que fueron apresados tras el
secuestro de 2 kilos 100 gramos de cocaína que se dió cuando una mujer de 25 años acompañada por dos efectivos de Gendarmería
retiró una encomienda y fue sorprendida por agentes de la Policía
Federal vestidos de civil. Allí se pudo corroborar que se trataba de
cocaína que había llegado a través de un paquete similar a una caja de
zapatos enviado desde Orán, en Salta.
Para tener en cuenta es la reseña de antecedentes que leemos en una página local:
Las fuerzas de seguridad y las drogas*
Los antecedentes de la participación de fuerzas policiales en episodios vinculados con drogas tuvo en vilo a la sociedad en los últimos años.
En agosto, la Cámara del Crimen impuso penas leves y excarcelables para los oficiales José Auce y Oscar Gutiérrez, en un juicio abreviado por el escándalo de la Alcaidía. Se trató de una fiesta de droga y alcohol en las celdas que provocó graves secuelas en una detenida que fue derivada de urgencia al Hospital.
De la investigación del fiscal se desprende que Auce habría sustraido del consultorio médico de la Policía una cantidad no determinada de psicofármacos (Clonazepan 2mg y Alprazolam) para ser comercializados con detenidos bajo prescripción médica.
“Se les habría entregado a varias personas de sexo masculino arrestados en la celda 13 (entre ellos a un sujeto apodado “lechón delgado” y otro llamado “jorobado”) a cambio de 50 pesos por el alcohol y de 30 pesos por las pastillas”, indicó.
Añadió que “se mezclaban los medicamentos con alcohol, agua y jugo de naranja”.
Auce habría entregado, además, a 3 mujeres 14 pastillas. Una de ellas debió ser hospitalizada por la ingesta excesiva de los psicofármacos. A dos de las mujeres les exigió canjear la droga por besos.
En otro episodio sorprendente, la Policía Federal allanó la comisaría de Bimaco donde descansaba una camioneta secuestrada tras un sospechoso vuelco en la ruta A005 y que escondía 140 kilos de marihuana.
El fiscal federal Guillermo Lega confía en que se pueda determinar en el corto plazo la identidad del conductor que abandonó la unidad para huir sobre calle Perón. En un principio, los investigadores pensaban que se trataba de un rodado sustraído aunque un llamado anónimo a la Policía Federal advirtió que en la camioneta había droga.
Lega ordenó un operativo que derivó en el sorprendente hallazgo y las pericias posteriores determinaron dos datos clave: no había denuncias de robo por la camioneta y la documentación secuestrada no habría sido adulterada.
Guardiacárceles también estuvieron vinculados en un escándalo por drogas, cuando un efectivo denunció el comercio en el interior del penal de Río Cuarto. El denunciante fue cesanteado y la investigación nunca logró los avances esperados.
Las manifestaciones del trabajador de la cárcel local al periodista Guillermo Geremía ratificaron con exhaustivos detalles las sospechas sobre el ingreso y distribución de narcóticos en los pabellones del viejo edificio.
Fuente* Telediario digital
Para tener en cuenta es la reseña de antecedentes que leemos en una página local:
Las fuerzas de seguridad y las drogas*
Los antecedentes de la participación de fuerzas policiales en episodios vinculados con drogas tuvo en vilo a la sociedad en los últimos años.
En agosto, la Cámara del Crimen impuso penas leves y excarcelables para los oficiales José Auce y Oscar Gutiérrez, en un juicio abreviado por el escándalo de la Alcaidía. Se trató de una fiesta de droga y alcohol en las celdas que provocó graves secuelas en una detenida que fue derivada de urgencia al Hospital.
De la investigación del fiscal se desprende que Auce habría sustraido del consultorio médico de la Policía una cantidad no determinada de psicofármacos (Clonazepan 2mg y Alprazolam) para ser comercializados con detenidos bajo prescripción médica.
“Se les habría entregado a varias personas de sexo masculino arrestados en la celda 13 (entre ellos a un sujeto apodado “lechón delgado” y otro llamado “jorobado”) a cambio de 50 pesos por el alcohol y de 30 pesos por las pastillas”, indicó.
Añadió que “se mezclaban los medicamentos con alcohol, agua y jugo de naranja”.
Auce habría entregado, además, a 3 mujeres 14 pastillas. Una de ellas debió ser hospitalizada por la ingesta excesiva de los psicofármacos. A dos de las mujeres les exigió canjear la droga por besos.
En otro episodio sorprendente, la Policía Federal allanó la comisaría de Bimaco donde descansaba una camioneta secuestrada tras un sospechoso vuelco en la ruta A005 y que escondía 140 kilos de marihuana.
El fiscal federal Guillermo Lega confía en que se pueda determinar en el corto plazo la identidad del conductor que abandonó la unidad para huir sobre calle Perón. En un principio, los investigadores pensaban que se trataba de un rodado sustraído aunque un llamado anónimo a la Policía Federal advirtió que en la camioneta había droga.
Lega ordenó un operativo que derivó en el sorprendente hallazgo y las pericias posteriores determinaron dos datos clave: no había denuncias de robo por la camioneta y la documentación secuestrada no habría sido adulterada.
Guardiacárceles también estuvieron vinculados en un escándalo por drogas, cuando un efectivo denunció el comercio en el interior del penal de Río Cuarto. El denunciante fue cesanteado y la investigación nunca logró los avances esperados.
Las manifestaciones del trabajador de la cárcel local al periodista Guillermo Geremía ratificaron con exhaustivos detalles las sospechas sobre el ingreso y distribución de narcóticos en los pabellones del viejo edificio.
Fuente* Telediario digital
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