Macri y la pauta oficial, el trágico antecedente que el PRO quiere olvidar
En 2010, una denuncia por contrataciones directas terminó con el suicido de un funcionario. La denuncia de los “Lilitos”.
Paradojas de la política, la trágica historia empezó con la denuncia de la entonces legisladora del ARI Rocío Sánchez Andía, que responde a la hoy aliada macrista Elisa Carrió. En octubre de 2010, los “Lilitos” denunciaron al secretario de Comunicación porteño, Gregorio Centurión, por delitos de malversación de caudales públicos, administración fraudulenta y negociaciones incompatibles con su función.
Los argumentos de la demanda presentaban distintas similitudes con el caso Niembro. Se trataba de millonarias contrataciones directas a socios, familiares y amigos de los funcionarios denunciados: la demanda abarcaba a la asesora contable de la Ciudad, Alejandra Suarez y al director de planeamiento de Medios, Rubén Azcárate.
“Azcárate le entrega contrataciones directas a tres empresas, por lo menos, de exsocios o socios. Las firmas son Media Estrategy S.A., Central Media S.A., y Devicom S.A., las tres empresas tiene domicilio en Avenida Córdoba 323, comparten directorio y una tiene en su composición original a Azcárate como miembro de directorio”, explicó a Perfil.com Sánchez Andía. Sólo las tres empresas que se vinculan a Azcárate facturaron, entre 2008 y 2010, 11,9 millones de pesos.
Al preinfarto que sufrió ese octubre se le sumaron peores noticias en noviembre. Le quitaron la autoridad sobre la caja publicitaria, la relación con los medios y el manejo del sitio web de la Ciudad. Peor aún, la investigación judicial no le daba tregua. Ese mismo mes, se libraron ordenes de allanamiento a la secretaría de Comunicación Pública, lo que implicaba un verdadero escándalo para la gestión PRO.
Por esas u otras razones, lo cierto es que Centurión decidió quitarse la vida el 19 de diciembre de 2010.
Fuente: Perfil 21.09.15
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