“Soy
ludópata, no puedo controlarlo”, dijo el padre que dejó encerrado en un
auto a su pequeño de dos años para ir a jugar al bingo en la localidad
bonaerense de San Miguel.
Alertados por los llantos del pequeño, vecinos que circulaban por el sector intentaron abrir las puertas para rescatarlo.
A través del centro de monitoreo, la Policía observó el inusual movimiento y cuando llegó un patrullero al lugar, los vecinos explicaron que intentaban sacar al pequeño.
El padre del pequeño fue identificado y cuando llegó al auto esgrimió: “Soy ludópata, no puedo controlarlo”, ante el reclamo de vecinos que reprocharon su actitud.
Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad de la Municipalidad de San Miguel.
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