Por Agencia AP
Una
madre se presentó en una escuela de la ciudad uruguaya de Rivera
furiosa porque, según ella, su hija era maltratada por la maestra. Tras
un breve diálogo la mujer comenzó a insultar y amenazar a la docente,
luego la tomó por el cabello y le pegó un golpe fuerte en la cara. La
maestra trastabilló, sus lentes salieron despedidos y su boca comenzó a
sangrar.
El de principios de junio en Rivera, 500 kilómetros al norte de Montevideo, fue el quinto caso en lo que va del año lectivo, que comenzó en marzo, en el que un juez condenó a un adulto por atacar a la maestra de su hijo, en una ola de violencia que preocupa al sindicato de docentes escolares y a las autoridades educativas.
"Toda esta situación nos sorprende, nos inquieta y nos tiene muy preocupados, sobre todo por la periodicidad con que se están repitiendo estos ataques", dijo a The Associated Press la secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio, el sindicato de los maestros, Elbia Pereira.
Los maestros decidieron llevar un distintivo contra la violencia durante toda esta semana. Un comunicado oficial del gremio que los nuclea señaló que existe "una enorme preocupación y alerta" por "los reiterados casos de violencia que se producen en las escuelas".
Además del caso de Rivera hubo otros tres en Montevideo y otro en Chuy, una pequeña localidad en la frontera con Brasil, que también terminaron con los padres procesados por agresiones.
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