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8 jun 2014

La salud de las cordobesas: cifras que alarman

Noroeste: alta incidencia de cáncer cervical y pocos ginecólogos

Por Marcela Fernández

 En los 10 departamentos de la región, hay sólo 16 tocoginecólogos para atender a 120 mil mujeres. En nueve de ellos, el cáncer de cuello de útero  es el segundo más frecuente. 


Aunque no se puede establecer una relación causal, en los departamentos del norte y noroeste de Córdoba el cáncer de cuello de útero es más frecuente que en el promedio provincial. A su vez, en esa región hay sólo 16 ginecólogos y tocoginecólogos, y 24 médicos generalistas para atender a 120 mil mujeres. 

Estos profesionales son los que, en principio, pueden detectar las lesiones preclínicas y tratarlas, con lo cual se previene que se conviertan en cáncer.
Los datos surgen, en un caso, del Registro de Tumores de la Provincia y, en el otro, del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba (CMPC).

En concreto, mientras a nivel provincial de cada 100 mujeres que sufren una enfermedad oncológica, cinco padecen cáncer de cuello de útero, en los departamentos del norte y noroeste provincial, la cifra asciende prácticamente al doble. E inclusive, en algunos casos, como en Tulumba, se multiplica por tres, ya que allí el 16,2 por ciento del total de cánceres femeninos corresponden al cuello del útero.
En el conjunto de la provincia, a su vez, el cáncer cervical ocupa el cuarto lugar entre las principales localizaciones tumorales en mujeres, después de mama, colon y pulmón.
Sin embargo, esto también es diferente en el norte y noroeste de Córdoba, donde en nueve de los 10 departamentos ocupa el segundo lugar más frecuente, después del cáncer de mama.
Esto ocurre en Cruz del Eje (nueve por ciento del total de cánceres femeninos); Ischilín (10,30 por ciento); Minas (ocho por ciento); Pocho (8,30 por ciento); Río Seco (10,90); San Alberto (8,20); San Javier (9,90); Tulumba (16,20) y Totoral (seis por ciento). La única excepción la constituye el departamento Sobremonte, donde el cáncer cervical representa el 3,10 por ciento de todos los cánceres femeninos y aparece después del de mama, colon, linfomas, leucemia y encéfalo, ovario, pulmón y páncreas.

Un cáncer prevenible

Los datos son preocupantes porque el cáncer de cuello de útero es, por definición, una de las enfermedades oncológicas que puede ser prevenida en forma secundaria por medio de la detección de lesiones preclínicas, a través de la realización periódica del Papanicolau y la colposcopía, según confirmó el titular de la 2° Cátedra de Ginecología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Carlos López.
“Con el diagnóstico precoz de esas lesiones y el tratamiento adecuado y oportuno, se puede evitar que esas células anormales evolucionen a un cáncer invasor de cuello de útero”, precisó el profesional.
Por esa razón, ese tipo de cáncer debería ser sumamente infrecuente si las mujeres en edad reproductiva tuvieran acceso a los profesionales y servicios de salud que realizan esas prácticas.
Dieciséis para 120 mil
En el conjunto de los 10 departamentos del norte y noroeste provincial hay, actualmente, sólo 16 ginecólogos y tocoginecólogos matriculados, según el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba. A ellos podrían sumarse otros 24 médicos de cabecera o generalistas, que también estarían capacitados para realizar exámenes ginecológicos.
En comparación, en la Capital hay 400 ginecólogos y tocoginecólogos: dos tercios del total de 621 de estos especialistas matriculados en la provincia. A ellos, en la ciudad de Córdoba, se agregan otros 157 médicos generalistas. En los restantes 15 departamentos provinciales hay, a su vez, 205 ginecólogos matriculados.
La población femenina del conjunto de los 10 departamentos del noroeste asciende, en total, a 120.771 personas, según el último censo (2010). Y aunque fuera sólo una aproximación, ya que se toma todo el rango etario y no sólo las mujeres en edad reproductiva, eso implica que en esa zona hay un ginecólogo cada 7.548 mujeres, mientras que en la Capital –donde residen 693.201 mujeres– hay un profesional cada 1.733.
En 4 departamentos, ni uno
La desigual distribución de los médicos en la provincia de Córdoba no es una novedad, y ya es harto conocido que mientras los profesionales, y en particular los especialistas, se concentran en la Capital, son muchos menos los que se radican en ciudades del interior, en especial en las zonas más desfavorecidas.
En este caso, hay cuatro departamentos (Totoral, Minas, Río Seco y Sobremonte) donde no hay ginecólogo ni generalista matriculado, en tanto que en Pocho hay sólo un médico generalista, según los datos del CMPC.
No obstante, puede ocurrir que médicos sin residencia en esos departamentos, en especial en el caso de los generalistas, brinden atención en centros municipales o postas sanitarias, según se puntualizó en ese organismo. O que, como señaló el ministro de Salud de la Provincia, Francisco Fortuna, haya médicos sin especialidad que brinden asistencia allí.
En la experiencia del titular de ginecología de la UNC, sin embargo, “una alta incidencia, como la que aparecería por los datos del Registro de Tumores en el norte de la provincia, está hablando de que hay un problema de detección del cáncer de cuello uterino y de prevención secundaria”.
Y a su criterio, aunque la práctica privada pueda sumar en esas acciones, en esencia “son responsabilidad del Estado porque en esas zonas tan vulnerables los programas que van a funcionar en forma efectiva, son básicamente los públicos”.
López advirtió, además, que lo que muestran los datos cruzados por este diario se compadece de forma fiel con la realidad que ven los profesionales en los consultorios de ginecología de la Maternidad Nacional.
“De esos departamentos nos llegan muchas mujeres, en general de condición socioeconómica vulnerable y en plena edad reproductiva, con estadios avanzados de cáncer de cuello de útero”, precisó, e informó que algunas de ellas son muy jóvenes: de 24 a 27 o 28 años.
Esto es particularmente grave ya que los exámenes ginecológicos para detectar las lesiones premalignas (o sea el Papanicolau y la colposcopía) son simples, de bajo costo y se realizan en consultorio.
“En estos casos los costos, tanto a nivel humano como material, son muchísimo mayores, ya que se requiere cirugía, radioterapia y quimioterapia, y la sobrevida se complica, sobre todo en 
los estadios más avanzados”, remarcó.unque no se puede establecer una relación causal, en los departamentos del norte y noroeste de Córdoba el cáncer de cuello de útero es más frecuente que en el promedio provincial. A su vez, en esa región hay sólo 16 ginecólogos y tocoginecólogos, y 24 médicos generalistas para atender a 120 mil mujeres.
Estos profesionales son los que, en principio, pueden detectar las lesiones preclínicas y tratarlas, con lo cual se previene que se conviertan en cáncer.
Los datos surgen, en un caso, del Registro de Tumores de la Provincia y, en el otro, del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba (CMPC).

Fuente: La Voz 8.06.14

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