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11 jun 2014

Con más despidos, se agrava el conflicto de Weatherford en Río Tercero

De los 45 iniciales ya son 61 los cesanteados y se esperan más. La planta industrial está parada. El gobernador y funcionarios nacionales recibieron la misma respuesta de la empresa.

Río Tercero. No sólo que no asoma ninguna señal que tienda a solucionar el conflicto, sino que la impresión es que se agrava la situación originada por despidos masivos decididos por la empresa metalúrgica Weatherford, en Río Tercero, en el marco de un conflicto de tipo gremial que se inició hace dos meses.

La cifra de 45 cesanteados se elevó a 61 esta semana y este miércoles la versión reinante es que se sumarían varios más. El total de empleados en la planta industrial era de 182 personas.

Además de los últimos ocho despedidos del martes pasado, también hubo 25 operarios suspendidos por 15 días. De acuerdo a las medidas tomadas con anterioridad por la firma, las suspensiones derivaron en cesantías.

Mientras, las gestiones del poder político provincial y nacional encaradas parecen no dar resultado para revertir el cuadro.

El intendente Alberto Martino señaló hoy que el gobernador José Manuel de la Sota le comunicó que mantuvo un contacto por esta situación con directivos de la firma, de Buenos Aires. "El gobernador me dijo que la empresa mantiene una posición totalmente inflexible, que no darían marcha atrás con los despidos, que los ratificaban", apuntó Martino.

Agregó que funcionarios del Ministerio de Trabajo de la Nación, con los que se reunió junto a delegados de los despedidos la semana anterior en Buenos Aires, obtuvieron similares respuestas de la empresa.

Martino contó que el gobernador le ratificó que los directivos de la firma de capitales norteamericanos le reconocieron que se trata de “un conflicto gremial y no de problemas económicos”. La empresa, que fabrica insumos para la industria petrolera, tiene alta de demanda de producción en sus plantas en Argentina actualmente.

Planta parada

El intendente cuestionó que la firma nunca haya recibido a las autoridades municipales para al menos ofrecer su versión y explicación del conflicto "escudándose en que las decisiones se toman sólo en la sede central de Buenos Aires".

Según confirmó a este diario, “la planta está parada”, sin producir. El jefe municipal enfatizó que "nadie quiere que la empresa se vaya de Río Tercero”, pero al mismo tiempo reclamó que cese su "postura inflexible” para abrir una vía de diálogo.

Mientras tanto, en la carpa montada frente a la planta, los despedidos y sus familiares están vendiendo números para solventar los gastos de los que se quedaron sin ingresos. Además, vienen recibiendo donaciones y la idea es la de mantener ese puesto de reclamo y protesta. Mientras, algunos de los no despedidos siguen de paro.

Más gestiones

Uno de los voceros de los cesanteados, José Carbajal, contó a este diario que tomaron contacto con la UOM de San Pablo (Brasil) y que les aseguraron que emitirán un comunicado solicitando que el “Gobierno de Brasil interceda ante el conflicto directamente con su par argentino”. La gestión apunta a que uno de los principales clientes de Weatherford es Petrobras.

Mientras, esperan que el Gobierno argentino interceda por ser YPF uno de los principales clientes de Weatherford.

A la vez, según Martino, el gobernador De la Sota le anunció que pediría a su ministro de Trabajo que abra una nueva etapa de conciliación obligatoria. pero en ese caso sería por los últimos despidos y no ya por el conflicto integral. La anterior conciliación terminó sin resultados: la empresa ratificó entonces que despedía al menos a 22 empleados, y llegó a ofrecerles la indemnización plena. La asamblea decidió mantener el paro hasta tanto sean todos reincorporados.

Según fuentes gremiales, en las primeras audiencias de conciliación la firma habría amenazado con despedir a unos 90 operarios, que habrían estado enrolados en la movida para elegir por primera vez delegados internos y afiliarse al gremio de los químicos, dejando su pertenencia a la UOM, gremio al que le cuestionaban cierta inacción.

La empresa justificó los despidos argumentado que hubo medidas de fuerza de quite de colaboración que bajaron la producción y luego por entorpecimiento del portón de acceso a camiones y personal.

Esta semana, también hubo gestiones ante legisladores por esta situación
(Despedidos de Weatherford se movilizaron a la Legislatura).

Fuente:LaVoz

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