Buscar en este blog

20 jun 2014

Así comenzó el juicio a Máximo Arreyes por portación de arma y encubrimiento

Arreyes adujo que iba armado por la inseguridad en Río Cuarto

Le dijo al juez González Castellanos que cuando fue sorprendido con un arma por un operativo de control de motocicletas, había venido a la ciudad para visitar a su hija y a conocer a su nieta. Su intención era poner en regla su documentación para poder radicarse en Brasil, junto a sus 6 hijos
Máximo Arreyes apareció esposado por el pasillo de los tribunales y cuando vio que enfrente tenía una guardia periodística hizo una mueca de disgusto.

Ayer empezaron a juzgarlo por los delitos de portación de arma y encubrimiento -luego de haber sido sorprendido en un control vehicular de rutina con una pistola Bersa 380 entre sus ropas-. Pero su paso por el Palacio de Justicia fue efímero porque Arreyes reconoció lisa y llanamente la acusación y con esa actitud dio pie a que su abogado Jorge Valverde acordara con el fiscal Jorge Medina que la causa por la que se encuentra detenido se resuelva en un juicio abreviado.

Así, este riocuartense de 51 años -que debido a su frondoso prontuario y a su carisma pasó a ser una especie de mito urbano- quedó con chances de recobrar su libertad porque si bien el juicio abreviado implicó el reconocimiento del delito por parte de Arreyes, a cambio, recibirá una condena atenuada que, en este caso, se especula puede llegar a ser de tres años de prisión. En caso de que ése sea el monto de la pena, el juez puede determinar que sea de cumplimiento efectivo o en suspenso.

Esa es la expectativa que tiene la defensa de Arreyes, pero la decisión recién se conocerá el miércoles 25 de junio, cuando el fiscal y la defensa vuelvan a encontrarse en la Cámara Segunda del Crimen.

La cita judicial de ayer duró escasos minutos porque el fiscal pidió que antes de que se pronuncien los alegatos se incorporen los antecedentes penales que la Justicia tucumana aún no hizo llegar a la causa.

Visita relámpago


Antes de que el juez Carlos González Castellanos fijara un cuarto intermedio, Máximo Arreyes habló con soltura sobre el episodio que acabó con su detención, pero también sobre el motivo de su visita a Río Cuarto y, más aún, sobre sus planes en el caso de que recupere su libertad.

Después de haber estado radicado 14 años en España, donde se encargaba de administrar un pub de su hermana, Arreyes contó que vino a Argentina con un pasaporte provisorio por 60 días con la idea de presentarse en Tucumán para evitar que se dicte un nuevo pedido de captura en su nombre.

Después llegó a Río Cuarto, donde vive su única hija mujer. “Hacía tiempo que no la veía y, además, quería conocer a mi nieta”, confió.

Agregó que su hija había sufrido una seguidilla de robos en su vivienda y que por ese motivo él solía llevar consigo el arma que pertenecía a su padre. “La veía muy indefensa a ella”, se justificó.

“No sabía que era un arma de guerra, la llevaba en el auto por los casos de inseguirad que hay acá, y el día que me pararon en el control de motocicletas, es cierto, la llevaba conmigo”, reconoció.

Arreyes fue demorado el 10 de febrero de este año en calle Mitre 1220, es decir, a poca distancia del predio del Centro de Salud donde funciona el Registro Civil. “Mi idea era poner en orden mi documentación para poder radicarme en Brasil. Ahí están mis 5 hijos varones, y también quería llevar a mi hija y ponerle algún negocio porque acá las cosas están muy difíciles”, dijo.

Cuando el fiscal le preguntó si, en caso de obtener su libertad, seguirá con su idea de instalarse en el exterior, Arreyes dijo que continúa con la idea de radicarse en Buzios, a 200 kilómetros de Río de Janeiro.

Prontuario

“Seguro que debo tener alguno más”

A Máximo Arreyes lo están juzgando porque en su poder encontraron una pistola Bersa 380 -considerada arma de guerra- que estaba cargada con 5 cartuchos y uno más en la recámara.

Cuando le preguntaron sus antecedentes penales, mencionó una condena en Tucumán por el robo armado a una entidad bancaria, otra causa por tenencia de estupefacientes, “y cuando era menor un caso de lesiones leves por una pelea en un estacionamiento”.
-¿Eso es todo? -insistió el juez.

-No sé, seguro que debo tener alguno más -respondió.

Precisamente, la demora en la recepción de los antecedentes de la Justicia tucumana fue lo que le impidió al juez dar a conocer su resolución en el día de ayer.

Fuente: Puntal 20.06.14

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.