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22 may 2014

Para tener en cuenta acerca de la carta del papa a la Presidenta: el vocero del papa Francisco a MDZ: “La carta es trucha”

Guillermo Karcher, el ceremoniero de Jorge Bergoglio, confirmó a este diario (MDZ) la falsedad de la supuesta misiva que la Casa Rosada exhibió como real. "Fue de mala leche", dijo, olvidando el protocolo del Vaticano. (En la foto se ve a Karcher junto a Bergoglio el día en que el Vaticano eligió a un papa "del fin del mundo")
Por Gabriel Conte@ConteGabriel
Corto y “en argentino”: quien ofició de vocero del papa Francisco para referirse a la falsa carta presentada por la Casa Rosada, monseñor Guillermo Karcher, le dijo a MDZ desde Roma que “la carta es falsa o, como se dice en la Argentina, es trucha”.
Así de contundente, reiteró los términos lanzados con anterioridad por la televisión y que revolucionó a los medios y a las redes y que todavía aguarda una actitud consecuente de parte de la Presidenta.
"Esto es hecho por muy mala leche, los argentinos nos entendemos" le dijo minutos antes Karcher, ceremoniero del papa Francisco a C5N, en el espacio que conduce Eduardo Feinmann. ¿Por qué la terminología tan impropia de parte de un alto dignatario de la iglesia católica? Bronca, uno supone. Estaba informando que la carta que la agencia oficial de noticias Télam difundió como “enviada por el papa Francisco para saludar a la Presidenta y a los argentinos” por la fiesta nacional del 25 de mayo “es falsa”. “Es un artista el que hizo este collage, uno se queda sorprendido, nunca ocurrió algo así", dijo quien ofició de vocero. Pero también disimuló bastante el enojo: "No, bronca no. Uno mira esas cosas y se ríe", dijo, poniendo freno de mano y volviendo a colocarse en el tradicional “modo religioso” y conciliador.
En la falsa carta, un falso Bergoglio tuteaba a la Presidenta. "Me es grato hacerte llegar mi saludo y cercanía con motivo de la fiesta nacional, junto con mi más sentida felicitación a todos los argentinos", comenzaba la misiva que fue desmentida y calificada como un “collage” por el argentino más cercano al pontífice en Roma.
Karcher no es cualquier sacerdote. Fue el segundo argentino que estuvo en el balcón de la Basílica de San Pedro el día en que, sorpresivamente, salió Jorge Bergogliob ya transformado en Francisco. De hecho, Karcher ya estaba allí cuando el ex arzobispo de Buenos Aires llegó a Roma. Fue nombrado "cerimoniere pontificio", integrante del "Ufficio delle Celebrazioni Liturgiche del Sommo Pontífice", el 22 de diciembre de 2006. Es quien tiene a su cargo la preparación de todas las celebraciones litúrgicas y sagradas y fue un alto funcionario, con Benedicto XVI, del área de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado Vaticana, con el todopoderoso Tarcisio Bertone como su jefe directo.
Es, de hecho, el hasta hoy “contacto reservado” que tienen los políticos argentinos para reservar un lugar en la selfie “obligada” con el papa Francisco en sus cada vez más concurridas “peregrinaciones” a Roma. Pero el asunto es, ¿quién hizo el “collage” que la Casa Rosada difundió como real? ¿Fue el ingenioso e inoportuno aporte de algún militante? ¿La Nunciatura (que es la Embajada del Vaticano aquí) sabía algo? ¿Es parte de la dramaturgia del “relato” oficial? ¿Fue una sobreactuación de "alguien" en la Curia, que se atribuyó el derecho de interpretar al pontífice?
De haber sido una iniciativa partidaria, además de ridícula y burda, resultó contraproducente. ¿Aprovecharon que Bergoglio está concentrado en su visita a Tierra anta, que inicia este 24 de mayo y lo creyeron distraido? ¿Pedirá disculpas la Presidenta? En los países serios, el responsable de la difusión de informaciones malversadas ya estaría en la calle y, en este caso, se trata de Alfredo Scoccimarro, el vocero presidencial y encargado de todas las comunicaciones oficiales.
Desde MDZ llamamos a la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires y no hubo quien tomara el teléfono. En la agencia de noticias oficial de la Iglesia, que difundió la información, primero respondieron: “Aquí no publicamos información no oficial”. Pero leyeron el portal ante nuestro aviso y borraron la nota. “Era trucha”, reconoció un vocero de AICA (de esa agencia se trata) ante nuestro segundo llamado.
Una operación berreta, de baja calaña y que indigna al Vaticano como se indignaba el Arzobispado de Buenos Aires, antes del giro presidencial en su opinión sobre Jorge Bergoglio, una vez que lo vio poderoso e influyente, querido y respetado como papa Francisco.
En términos vaticanos, “una truchada”, una “mala leche”.

Fuente: mdz on line  - 22 de Mayo de 2014 | 19:53

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