Ocho de los 12 policías de la localidad santafesina de Frontera que habían sido arrestados por el caso del “crucificado”, ahora fueron imputados formalmente por la fiscalía de Rafaela. De ellos, seis permanecerán detenidos. Los efectivos involucrados ya fueron pasados a “disponibilidad”, según comunicó el Gobierno de Santa Fe.
Se trata de la investigación que comenzó en la fiscalía cordobesa de San Francisco, a cargo de Leonor Faillá, el jueves último a la madrugada, cuando Víctor Robledo (27), que había sido detenido el miércoles en la comisaría de Frontera, apareció en la ciudad del este cordobés –está separada por una calle–atado con cintas de embalar a una cruz de madera. En un cartel escrito a mano, le habían adosado la leyenda: “No robarás”. El joven, con antecedentes penales, denunció que fue sometido a una golpiza por parte de policías santafesinos que luego lo “crucificaron”.
Había sido demorado porque supuestamente arrojó un ladrillo y lesionó en el rostro al conductor de un Peugeot 504 con el que habría discutido porque obstruía un garaje.
Se sospecha que la agresión que sufrió Robledo habría sido una reacción de los policías luego de que el martes último a la noche se produjera una intensa reunión en Frontera, con autoridades policiales, políticas y judiciales, en la que vecinos de esa localidad criticaron con dureza a los efectivos locales y denunciaron una serie de presuntas ilegalidades, cuestión que este diario reveló el sábado último.
Allanamiento
Aunque en un primer momento desde Frontera los policías intentaron correr la versión de que Robledo había sido víctima “de una broma de amigos”, la investigación se enfocó desde un principio en los apremios ilegales.
El viernes, tras ordenar allanar la comisaría, la fiscal Faillá se apartó del caso y remitió el expediente a su par de Rafaela, Martín Castellanos. Ese mismo día, el funcionario santafesino ordenó el arresto (no la detención, como trascendió en un primer momento), de 12 policías, con el objetivo de clarificar que rol pudieron haber cumplido durante la supuesta golpiza a la que fue sometido Robledo.
Ahora, según confirmaron ayer a La Voz del Interior fuentes con acceso a la causa, el fiscal resolvió imputar a ocho de los efectivos sospechados, luego de que se venciera el plazo de los arrestos que se ordenaron en un primer momento.
A seis de ellos se les endilga el presunto delito de “apremios ilegales”, “privación ilegítima de la libertad”, “vejaciones” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, mientras que otros dos fueron acusados de “falsedad ideológica”, ya que el libro de guardia de la comisaría de Frontera habría sido alterado.
Se sospecha que esta grave irregularidad se habría realizado luego de que el caso del “crucificado” tuviera una repercusión a nivel país que atrajo a numerosos periodistas hacia la localidad de Frontera.
Los seis primeros efectivos acusados, dado la gravedad de las imputaciones, fueron detenidos, mientras que los otros dos quedaron en libertad ya que la figura legal que se les impuso prevé una pena menor.
Ayer, el secretario de Control de Seguridad de Santa Fe, Matías Drivet, señaló que los policías imputados fueron pasados a disponibilidad.
En tanto, los cuatro efectivos restantes que el viernes habían sido arrestados, fueron dejados, por ahora, fuera de toda sospecha, de acuerdo a la documentación y los testimonios recolectados entre el jueves y el sábado, apuntaron las fuentes.
Además de las imputaciones, desde la fiscalía de Rafaela se ordenaron la ejecución de otras diligencias que fueron realizadas en las últimas horas, para intentar recopilar la mayor cantidad de documentación.
Entre hoy y mañana los policías imputados deberán prestar declaración testimonial ante el juez de Rafaela, quien tiene 48 horas para resolver la situación procesal de todos ellos, según estipula la Justicia de la Provincia de Santa Fe.
Fuente: La Voz
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