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3 feb 2014

La situación de las provincias argentinas por sus deudas en dólares


Preocupan a los gobernadores los vencimientos de deuda atados al dólar

Por efecto de la devaluación, se les complica hacer frente a los pasivos; el endeudamiento de todas las provincias en moneda extranjera llega a 11.200 millones de dólares

Por Jesica Bossi 

Como efecto dominó, el escenario económico que se abre después de la devaluación del peso envolvió de incertidumbre a la mayoría de los gobernadores. No sólo preocupa el impacto en los precios y la discusión salarial -en promedio, el 50% del gasto provincial se va en personal-, sino que emerge otro asunto espinoso a resolver: las deudas atadas al dólar.
En diálogo permanente desde la crisis policial que se extendió por el interior, los mandatarios evalúan el reacomodamiento de las variables y, aún sin definiciones, proyectan estrategias conjuntas. Por ejemplo, fijar una postura común en la negociación paritaria con los estatales, que esperan se postergue para más adelante.
"¡Menos mal que no coloqué bonos dólar liked!", celebró ante LA NACION uno de los pocos gobernadores oficialistas que desechó esa alternativa de financiamiento, muy usada por sus colegas en los últimos dos años.
La cifra del stock de deuda en dólares de las provincias, que incluye tanto títulos públicos como préstamos de organismos internacionales, no es menor: trepa a US$ 11.200 millones o, de acuerdo con la cotización de entonces, unos $ 71.000 millones, según datos del último trimestre de 2013 relevados por la consultora Economía & Regiones.
En los primeros seis puestos del ranking están Buenos Aires (US$ 5500 millones), Capital (US$ 1400 millones), Córdoba (US$ 760 millones), Neuquén (US$ 521 millones), Chubut (US$ 146 millones) y Salta (US$ 130 millones). La desvalorización de la moneda argentina ya tuvo su efecto en el monto, que creció 27%, esto es, sumó otros $ 19.000 millones.
Más allá del número total, el desafío en el corto plazo son los vencimientos para este año, que rondan US$ 1700 millones. Uno de los componentes de ese pasivo corresponde a los bonos denominados dólar linked, una herramienta que se convirtió en un boom para los caciques del interior, urgidos de fondos frescos. Recibían pesos, pero para tentar inversores sujetaban el monto a la evolución del tipo de cambio.
"Se empezó a usar, casualmente, porque la tasa de interés en la Argentina estaba tan retrasada respecto de la inflación que apareció como opción prestarles a las provincias, que no tenían margen de endeudarse de otra manera, con una tasa atada al dólar", explicó a LA NACION Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). Ahora, esa deuda se multiplicó.
Un caso: Mendoza, gobernada por Francisco Pérez, del PJ alienado con la Casa Rosada, colocó en mayo pasado un bono por un valor de US$ 94 millones. Con la devaluación desde esa fecha de emisión hasta ayer, sólo esa deuda aumentó un 52%. Según advierten cerca del gobernador, será complicado hacer frente a los vencimientos de este año y, como el resto de los mandatarios, avanza en un recorte de gastos y ya congeló el ingreso de personal a la administración pública mendocina. Para peor, en un signo de convulsión política, ni siquiera logró que la Legislatura apruebe el presupuesto de este año.
La inquietud se ve en todas las administraciones. Después de cuatro días sin actividad oficial, Daniel Scioli retomará su agenda con un encuentro con su equipo económico, encabezado por Silvina Batakis, en la gobernación de La Plata, según informaron a LA NACION allegados al ex motonauta. Allí se evaluará cómo afecta el nuevo panorama a la provincia, incluidos los compromisos en billete verde. En 2013, emitió un bono por US$ 200 millones -que ya acumula un incremento de 41%-, que vence en febrero de 2015, en el último tramo de su mandato. "El objetivo es mantener las cuentas ordenadas", repetían ayer, aún sin las proyecciones en mano.
También Neuquén y Chubut muestran inquietud, pero con una ventaja respecto de sus pares, según confiaron desde ambas gobernaciones: proyectan que pueden cubrir ese bache con el mayor ingreso de dólares producto de las regalías petroleras. Sólo el año pasado, Jorge Sapag recurrió a la modalidad con dos emisiones: en mayo, por US$ 131 millones, y en octubre, por US$ 198 millones, según datos de la banca de inversión Puente. El neuquino puso como garantía los recursos impositivos provenientes del petróleo y el gas.
En Córdoba, José Manuel de la Sota, con las arcas más que ajustadas, transitó el mismo camino. Es más, estuvo a punto de cerrar otra emisión después de la grave revuelta de policías que arrancó en su territorio y, luego, se exportó. Otro mandatario opositor, como el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, usó la herramienta tres veces durante 2013 y como vencimiento para este año contabilizan unos US$ 200 millones. En 2015, justo para la pelea presidencial, deben cancelar el bono Tango, por US$ 500 millones. "Es prematuro todavía decir qué vamos a hacer", sostuvieron, aunque intentaron minimizar el impacto al decir que "aún no aparece como un problema".

Con la colaboración de José Hidalgo Pallares y Lucila Barreiro
Publicado por: La Nación 29.01.14

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