La tarde fría y gris se pintó de celeste y blanco, cuando
logramos pasar a semifinales en este sorprendente Mundial con el gol de Gonzalo
Higuaín gestado cuando no por Messi…siempre Messi.
Sinceramente hay que ser de palo paro no sumarse a la
alegría colectiva que nos brinda este popular deporte. ¿Pan y circo? Es así,
pero en la selección nos reencontramos todos y no es poca cosa.
Son nuestros pibes,
esos que transpiran la camiseta y nos hacen soñar con la posibilidad de
demostrarle al mundo que en el fútbol, seguimos siendo tan buenos como siempre
y capaces de repatriar talentos que brillan en otros lugares cuando son convocados
por el país se esfuerzan y llevan al podio la celeste y blanca. Que hay
talentos en otras áreas, no somos tan necios como para cuestionarlo, pero que
en el futbol somos exportadores de figuras relevantes… ¡Quién lo puede
discutir!
Y dependemos de esas habilidades para seguir en camino. ¿Qué
cuando caigamos en la realidad por que se esfumó la burbuja en qué nos metió el
Mundial, todo va a estar en el país tan enredado como siempre? Ni lo dude… pero
a esta alegría no podemos dejarla pasar, porque donde quiera que haya un
argentino en el mundo habrá un sentimiento que nos hermana cuando compartimos
la alegría de este triunfo del
Seleccionado Nacional.
Y no lo dudes ¡Vamos por más!
CIUDADANOSAUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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