Luego de una serie de escándalos que protagonizó en la década
menemista, el Cuerpo Médico Forense fue objeto de una auditoría y de reformas luego del
reemplazo de la Corte Suprema que se hizo famosa por su mayoría
automática.Desde el retorno de la democracia abundaron los casos de homicidios plagados de disputas forenses.
Por ejemplo, el del brigadier (R) Rodolfo Echegoyen, ex titular de la Aduana durante el gobierno de Carlos Menem, en 1990; el del soldado Omar Carrasco, en 1994; el del marino Horacio Estrada, contrabandista de armas, en 1998, y el de Lourdes Di Natale, la ex secretaria de Emir Yoma, en 2003, un caso que se encuentra en la Corte Suprema y estuvo a cargo de la jueza del caso Nisman, Fabiana Palmaghini. El fiscal fue Carlos Donoso Castex, actual presidente de la Asociación de Fiscales, que solicitó que un grupo de fiscales interviniera en la causa de Fein como querellantes, solicitud que fue rechazada.
En la causa Di Natale, la querellante Nilda Formoso formuló muy duras críticas contra la actuación de Donoso Castex. Numerosas pruebas del expediente indican que fue un homicidio, pero la Justicia no quiso admitirlo.
Otro caso de alto impacto fue el de la muerte de Carlos Menem hijo al caer su helicóptero, en 1994.
Su madre, Zulema Yoma, sostuvo contra todos los estudios y testimonios que fue un atentado. La Justicia, con razón, siempre rechazó sus planteos.
Como dicen los forenses, los cadáveres siempre hablan, aunque se los quiera amordazar o impostarles un relato falso.
Fuente: La Nación 02.02.15
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