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18 feb 2015

Causas de lo que sucedió en las sierras: “No sólo hay que considerar las cuestiones climáticas”

Estado del puente que une Jesús María y Sinsacate
Aseguran que el daño ambiental agravó el desastre en las sierras
 
 El biólogo y presidente del Foro Ambiental Córdoba, Federico Kopta, advirtió que los fenómenos serán cada vez más frecuentes y reclamó respuestas. Este año debe actualizarse la Ley de Bosques de 2010 
 
Frente a los 320 milímetros los daños y los riesgos son más que significativos. Sin embargo, los científicos aseguran que eventos como los que se vivieron en las Sierras Chicas el fin de semana serán cada vez más frecuentes. Pero además, aseguran que el deterioro del medio ambiente fue determinante para magnificar el impacto del temporal.

“Todas las previsiones de los científicos que trabajan en cambio climático coinciden con que este tipo de eventos extremos se hacen cada vez más frecuentes porque la atmósfera tiene cada vez más energía. Por lo tanto no van a ser excepcionales sino que serán  más seguidos y hay que estar preparados para eso”, alertó el biólogo y presidente del Foro Ambiental Córdoba, Federico Kopta.

Para eso, destacó, “hay que trabajar en la protección de la vegetación nativa para que el agua se retenga allí, en el suelo”.

La vegetación, en su función de esponja...

Básicamente la vegetación tiene tres funciones: como una esponja absorbiendo el agua junto con el suelo; como un paraguas evitando que las gotas golpeen el suelo; y también reteniendo el suelo evitando su arrastre pendiente abajo. Por eso es necesario mejorar la situación de la vegetación en las cabeceras de cuencas y también poner un freno a la expansión inmobiliaria en altura porque en la medida en que pongamos cemento arriba estamos impermeabilizando las cuencas y eso se nota hacia abajo.

¿Y cómo nos estamos portando en ese sentido?
Nos estamos portando mal porque la expansión inmobiliaria en Sierras Chicas es notable. Y en la vegetación de la cabecera de cuencas también hay un gran deterioro por expansión inmobiliaria sin control, desmontes e incendios. A eso le podemos sumar lo que ocurre con el avance de especies invasoras como el denominado siempreverde que hace que nos quedemos sin la vegetación herbácea que retiene el suelo.

En el caso de los incendios las advertencias fueron los pinos...
Porque con los pinos por un lado se cambia el tipo de combustible, pero además la vegetación herbácea desaparece, que es lo que nos puede ayudar a retener el suelo.

¿Sumó la ley de bosques para una mejora de toda esa situación?
La ley de bosques restó porque por un lado generó excepciones en las zonas de máxima protección y lo concreto es que por otro lado se desmontaron más de 15 mil hectáreas desde su sanción. Reconocemos que hubo avances concretos en el último año con respecto a los controles. Pero ahora viene la actualización de la ley que debe adecuarse fundamentalmente a la normativa nacional, cosa que no ocurrió hasta aquí.

¿Qué debería contemplar?
Tiene que poner estos límites a la expansión inmobiliaria en altura.

¿Dónde debe darse ese debate?
Primero en la elaboración del proyecto de ley que envíe el Ejecutivo y después en el ámbito natural que es la Legislatura. Este año debe darse ese debate y sabemos que habrá un juego de presiones muy grandes por los intereses que hay en juego, tanto inmobiliarios como ganaderos.

En la última discusión de la normativa de bosques en la provincia muchos se quedaron disconformes porque no se aprobó lo que se había discutido previamente...
Eso fue lo que pasó, pero tenemos confianza en que esta vez no suceda lo mismo. Que saquemos una ley que atienda a todos los sectores pero fundamentalmente a la conservación del bosque, tal como expresa la ley nacional.

¿Lo del fin de semana puede ayudar a tomar conciencia?
Esperamos, aunque muchos se quedaron con los milímetros caídos y culpan a la lluvia. El problema no es solamente la lluvia. Hay consecuencias fruto de un mal ordenamiento territorial y existen responsabilidades muy concretas en ese punto.

¿Los daños pueden ser menores en la medida en que se reparen los daños ambientales?
Justamente. Y necesariamente nos tenemos que preparar porque esto no va a ser una excepción. El puente de Jesús María fue destruido hace cinco años y ahora tenemos cortada nuevamente la ruta 9 norte por el daño en el puente nuevo. Entonces eso habla de un problema en la zona de las cuencas. Los ingenieros no hacen siempre mal el puente. Lo que se está haciendo mal es el trabajo en las cuencas. Necesariamente el Estado debe intervenir. Ojalá que no pase de nuevo lo de 2010 para que no sigamos achicando lo poco que nos queda de bosque nativo. 
 
Fuente: Puntal 18.02.15

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