En pleno verano cuando el que puede está de vacaciones
disfrutando y el que no aprovecha los fines de semana haciéndose una escapada
para zambullirse en el charco de agua más próximo o simplemente disfrutar del
dolce far niente, en ese entorno cuando mediaba el tórrido enero del recién iniciado
2015, se dio el desgraciado suceso de la muerte de Alberto Nisman, fiscal de la República a cargo de la investigación
del atentado a la AMIA en 1994.
La rutina veraniega de los argentinos crujió ante el hecho
pero las actitudes y respuestas son muy diferentes de acuerdo al ámbito social
y el interés de cada uno. Así como Doña
Rosa, denominación poco feliz de la mujer clase media
común, los que están atentos a su compañero más consecuente que es el televisor
son literalmente bombardeados desde los medios con noticias que ubican la
muerte del fiscal en un primer plano exclusivo.
El tema ha ahondado la polarización en el manejo de la
información, entonces el argentino medio
puede apreciar cómo se acentúan las diferencias en la forma de transmitir
las noticias ya se trate de medios oficiales o los de la vereda de enfrente, “la
corpo” según la tildan sus acérrimos
adversarios.
Conclusión: una batalla mediática que agrega más confusión a un
caso por demás complejo.
En el medio de esta parafernalia el simple ciudadano tiene
que sacar sus propias conclusiones, mientras suda y no literalmente, en su trabaja,
y saca cuentas para llegar a fin de mes por que la inflación no perdona y las
cuentas caen pesadamente sobre sus espaldas como el implacable sol de enero.
Todo ese aparato oficial que hoy a se muestra desconcertado y sin respuestas
ante un país escéptico, es el que nosotros la gente común sostenemos con no
pocos esfuerzos. Magros resultados y demasiadas frustraciones desalientan las expectativas
de Justicia que aclare esta demora de veinte años en dar respuesta a un atentado
que conmovió al país, y al mundo cuya
última víctima cayó en pleno verano argentino.
Mientras muchos están sólo pensando en el asadito del fin de
semana o a que festival pueden llegarse en esta Córdoba tan fiestera, algunos
no se preocupan por la muerte del fiscal
pero aún esos que no se preocupan mayormente por los avatares que el
hecho desencadena en el fondo intuyen que acá no todo es tiempo de “vino y
rosas” porque un fiscal que invirtió diez años de su vida en investigar murió
cuando iba a hablar ante los representantes del pueblo, en la casa de todos
como es el Congreso Nacional.
No es un verano más, este hecho desgraciado muestra la cara
más feroz de los poderes que actúan entre las sombras, porque la hipótesis de
un suicidio del fiscal Nisman es simplemente increíble, hasta la presidenta de la Nación
manifiesta su incredulidad. Lo interesante sería que viéramos un país más
unido, recorriendo camino hacia la verdad.
Ese argentinito que juega en nuestras casas, que ríe de
vacaciones, que es el futuro, se merece un mañana mejor. Y este sólo se va a
lograr saneando la democracia que supimos conseguir. Pueda ser que estemos a la
altura de las circunstancias para lograrlo, y que este luctuoso suceso esclarecido
nos indique que estamos en el sendero correcto.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RO CUARTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.