Debatir la problemática de
la adolescencia y de los jóvenes en general es una situación recurrente, así
por estos días en la ciudad hay una encendida disputa acerca del control de la
movida nocturna, y de las adicciones especialmente las de inicio como el consumo
de alcohol. En el país todo, esta es una temática común como la violencia y las
demandas estudiantiles que alcanzan su máxima expresión en la ciudad de
Buenos Aires con los adolescentes movilizados reclamando por el estado de
los edificios educativos.
Los jóvenes, el nuevo
brote que le aporte la sociedad a la vida demandan condiciones aptas de vida y
de trabajo para poder incorporarse al medio y es la responsabilidad de los
adultos dotarlos de las herramientas para que puedan hacerlo en las mejores condiciones.
Ellos manejarán el país, y cuando más capacitados estén mejores resultados
podemos esperar. Simples razonamientos, en los que todos estamos de acuerdo.
Por eso y para que tengamos elementos de análisis, reproducimos estadísticas
recientes publicadas por IDESA, partiendo del valor formidable de las
estadísticas como herramienta que bien elaboradas y criteriosamente evaluadas
se utilizan para decidir medidas políticas que determinan la calidad de vida de
los pueblos del mundo.
Refieren los datos
25 de cada 100 jóvenes de
entre 18 y 25 años: no trabaja ni estudia en el país, lo cual es señalado
también por la Encuesta permanente de Hogares del INDEC.
• De los que entraron al
1º año de la secundaria en el 2004, en el 2008 –año teórico de graduación–
menos del 34% se graduó.
• De los que entraron en
el 2005 al 1º año de la secundaria y, por lo tanto, le correspondía graduarse
en el 2009, menos del 33% lo hizo.
Entonces cuando los
jóvenes, sus conductas y consecuencias son el tema de debate en cualquier lugar
privado o público, es bueno tener presente estos números por que nos están
reflejando la dura realidad en que se los educa para incorporarlos a la
vida social. Y por si fuera poco, recuerde que las estadísticas también
reflejan la baja edad promedio de la población carcelaria, o sea las
consecuencias están a la vista. Buscar las soluciones es un problema de todos,
con los dirigentes a la cabeza asumiendo el rol de representantes para el
cual fueron elegidos, y con los jóvenes, núcleo vital de la problemática,
convocados a participar.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS
DE RIO CUARTO
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