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18 ene 2015

Caso Milani: documentos prueban que el Ejército seguía al soldado Ledo

PERFIL publica los originales de dos facsímiles de 1975 y 1977, que demuestran que los militares tenían en la mira al joven desaparecido

Por Rodrigo Alegre

Nuevas pruebas se acumulan contra el jefe del Ejército, César Santos Milani, en la investigación judicial por la desaparición del soldado Alberto Agapito Ledo en junio de 1976, cuando realizaba el servicio militar obligatorio y estaba a las órdenes del entonces subteniente Milani. PERFIL muestra por primera vez dos documentos elaborados entre 1975 y 1977.

Aunque resulte paradójico, la información ya había sido presentada a la Justicia Federal en 2010 por el entonces secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, cuando todavía Cristina Fernández de Kirchner no soñaba con promover al polémico Milani como jefe del Ejército.

El primer documento es un organigrama realizado por los oficiales de Inteligencia de la 5ª Brigada y Tercer Cuerpo de Ejército bajo el título “Frente Armado Estudiantil”. Señala en un cuadro (ver facsímil), con nombre, apellido y hasta apodo, a los estudiantes universitarios que en aquellos años participaban activamente en organizaciones de izquierda. El esquema, cuya tipografía parece de la época y su precisión asusta, identifica al estudiante “Alberto Ledo” bajo el apodo “Horario” como “Responsable Gremial y Reivindicativo”. En aquel entonces, Ledo estudiaba los primeros años de la Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional de Tucumán. “Eso significa que cuando Ledo ingresó al Ejército Argentino ya estaba marcado”, le explicó a PERFIL el ex legislador justicialista Enrique Romero, que denunció la existencia de los documentos en la Justicia Federal. Romero sostiene que existen otros colimbas asesinados por militares y advierte que “el secretario (Eduardo Luis) Duhalde entregó al juez (Daniel) Bejas un sobre con ochenta folios con documentación de los militares de la época”.

El ex legislador tucumano se hizo conocido hace un tiempo por haber acercado información a la Justicia sobre un sitio denominado Pozo de Vargas, donde estaban enterrados cadáveres de estudiantes desaparecidos. Al comienzo, nadie le creyó. Ya se hallaron más de 12 cuerpos sepultados allí, víctimas de la última dictadura militar.

Graciela Ledo, hermana del soldado desaparecido, se reunió con él y pidió que la nueva documentación fuera incorporada al expediente que investiga qué sucedió con su hermano.
El otro documento cuyo contenido se conoce ahora es un amplio listado de casi dos páginas. Una carátula con la presentación “Lista de Revista-Batallón de Ingenieros 141 de Construcciones de La Rioja del año 1976”, donde en el margen superior se ve un sello del Ejército Argentino. Y, luego, otra página con todos los militares que prestaron servicio en esa repartición. En la mitad, Milani Cesár Santos figura con el grado de “subteniente” y  con el cargo de “oficial instructor”.  Unos renglones hacia arriba, en el quinto lugar de jerarquía, aparece Esteban Sanguinetti, el coronel retirado que habría llevado al conscripto Ledo a hacer una recorrida a la localidad tucumana de Monteros y nunca más se lo vio con vida. Sanguinetti es el jefe que le ordenó a Milani labrar el acta de deserción del conscripto Ledo.

El juez federal tucumano Daniel Bejas dictó la prisión preventiva a Sanguinetti por el soldado desaparecido. En diciembre, el fiscal federal Carlos Britos pidió citar a indagatoria a Milani por los delitos de encubrimiento y falsedad ideológica del acta de deserción. La defensa de Milani pidió su apartamiento de la investigación y esta semana se conoció que el fiscal seguirá a cargo de la causa por decisión de Alejandra Gils Carbó.

Tal como reveló el ciclo Periodismo para todos, que conduce Jorge Lanata, Milani figura en el libro Nunca más de la provincia de La Rioja como uno de los militares que participaba en los operativos de secuestro nocturnos. Allí, Alfredo Ramón Olivera lo reconoció como uno de sus captores. Lo mismo sucedió con el ex fotógrafo Plutarco Schaller, que lo reconoció estando detenido en el Hospital Vera Barros. La causa penal en esa provincia tiene el impulso de un misil sin pólvora. Hace dos años que está paralizada.

Fuente:Perfil

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