Rosa Arias: “Aunque deba esperar diez años más, quiero justicia”
Por Alejandra Fara
Después de que la Procuraduría de la Nación
dictaminara que la muerte del pequeño debería seguir investigándose, su
madre insistió en que la causa no debe prescribir “y los policías deben
ser juzgados”
La madre de Alejandro Flores consideró como una señal
positiva el dictamen de la Procuraduría de la Nación que recomienda
continuar la investigación de la muerte del chico de 5 años que fuera
atropellado por un móvil policial el 16 de marzo de 1991.
“Es un escaloncito más hacia la verdad, yo no pierdo la esperanza de que se vaya a hacer justicia aunque para eso tenga que esperar diez años más”, dijo ayer Rosa Arias.
La causa parecía destinada a quedar en punto muerto, luego de que el fiscal Javier Di Santo imputara a los poli-cías Mario Gaumet y Gustavo Funes de homicidio culposo y encubrimiento pero, en el mismo acto, resolviera que se había agotado el tiempo para llevarlos a juicio y que la causa quedaba prescripta. Los padres de Ale, cada uno por su lado, recurrieron la resolución hasta llegar al máximo tribunal de la Provincia, que confirmaría la prescripción.
Aquel revés judicial hizo que Víctor Flores desistiera de una nueva apelación, no así Rosa Arias, que llevó el caso a la Corte Suprema. En esa instancia se dirime hoy la suerte de una causa emblemática para los riocuartenses. Habrá que esperar a ver cómo incide el dictamen de la Procuraduría, que no es vinculante pero suele tener una influencia decisiva en la Corte. A esa chance se abrazan hoy Rosa Arias y sus hijas Joahana y Mia. Las tres llegaron juntas ayer a las diez de la mañana hasta la gruta que erigieron en cercanías del complejo Aatra, donde encontraron los restos del pequeño.
Oculto entre pastos altos alcanzaba a distinguirse allí una cruz de metal envuelta por un rosario y en el interior de la gruta una foto de Ale, acaso la última que le tomaron. Todo eso tuvo que ser desmontado ayer porque el sitio es parte del nuevo barrio Cispren y en los próximos días está previsto el desmalezado y los movimientos de suelo para colocar las plateas de las viviendas.
Acompañadas por las autoridades del gremio de los empleados de prensa y por el sacerdote de la parroquia San Roque, las tres mujeres rezaron una oración y se llevaron consigo las ofrendas que había en la gruta.
De todos modos, la memoria del niño que tuvo en vilo a la ciudad permanecerá en el lugar porque una vez concluidas las 88 viviendas del barrio que se denominará 7 de Junio, también se inaugurará la plaza Ale Flores.
“No hay palabras para explicar lo que se siente -dijo Rosa cuando ya abandonaba el lugar-. Siento que mi hijo aún no descansa y que sólo va a poder estar en paz cuando los policías sean llevados a juicio”, remarcó.
Fuente: Puntal 5.03.14
“Es un escaloncito más hacia la verdad, yo no pierdo la esperanza de que se vaya a hacer justicia aunque para eso tenga que esperar diez años más”, dijo ayer Rosa Arias.
La causa parecía destinada a quedar en punto muerto, luego de que el fiscal Javier Di Santo imputara a los poli-cías Mario Gaumet y Gustavo Funes de homicidio culposo y encubrimiento pero, en el mismo acto, resolviera que se había agotado el tiempo para llevarlos a juicio y que la causa quedaba prescripta. Los padres de Ale, cada uno por su lado, recurrieron la resolución hasta llegar al máximo tribunal de la Provincia, que confirmaría la prescripción.
Aquel revés judicial hizo que Víctor Flores desistiera de una nueva apelación, no así Rosa Arias, que llevó el caso a la Corte Suprema. En esa instancia se dirime hoy la suerte de una causa emblemática para los riocuartenses. Habrá que esperar a ver cómo incide el dictamen de la Procuraduría, que no es vinculante pero suele tener una influencia decisiva en la Corte. A esa chance se abrazan hoy Rosa Arias y sus hijas Joahana y Mia. Las tres llegaron juntas ayer a las diez de la mañana hasta la gruta que erigieron en cercanías del complejo Aatra, donde encontraron los restos del pequeño.
Oculto entre pastos altos alcanzaba a distinguirse allí una cruz de metal envuelta por un rosario y en el interior de la gruta una foto de Ale, acaso la última que le tomaron. Todo eso tuvo que ser desmontado ayer porque el sitio es parte del nuevo barrio Cispren y en los próximos días está previsto el desmalezado y los movimientos de suelo para colocar las plateas de las viviendas.
Acompañadas por las autoridades del gremio de los empleados de prensa y por el sacerdote de la parroquia San Roque, las tres mujeres rezaron una oración y se llevaron consigo las ofrendas que había en la gruta.
De todos modos, la memoria del niño que tuvo en vilo a la ciudad permanecerá en el lugar porque una vez concluidas las 88 viviendas del barrio que se denominará 7 de Junio, también se inaugurará la plaza Ale Flores.
“No hay palabras para explicar lo que se siente -dijo Rosa cuando ya abandonaba el lugar-. Siento que mi hijo aún no descansa y que sólo va a poder estar en paz cuando los policías sean llevados a juicio”, remarcó.
Fuente: Puntal 5.03.14
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