Distinguieron a un jinete por una forma inédita de criar caballos

D'Inocenzo y su caballo "Río Conlara Tehuelche"

Jorge D'inocenzo y Río Conlara Tehuelche resultaron ganadores nacionales de un concurso en Jesús María. 
 
El vecino de Villa de la Quebrada se consagró campeón en Jesús María, por demostrar que se puede adiestrar a los equinos sin violencia.

Por María José Rodríguez

"Destacamos el premio, pero sobre todo el método utilizado para criar a ‘Río Conlara Tehuelche’ e invitamos a la gente a que entienda que esa cultura de lastimar al caballo para someterlo, no es la forma más adecuada de disfrutar a un amigo”, expresó Jorge D'Inocenzo, un vecino de Villa de la Quebrada que se convirtió en el nuevo “Campeón Nacional de Corral de Aparte”, en la categoría C. El certamen fue en Córdoba, precisamente, en la Sociedad Rural de Jesús María durante los primeros días de marzo.

Para participar en la competencia es fundamental un fuerte lazo entre el caballo y su jinete. Según D'Inocenzo el secreto del triunfo radica en el adiestramiento del animal, en el que incluye las técnicas de la equitación clásica española y las ayudas necesarias para que el caballo obedezca racionalmente.

La aventura comenzó cuando D'Inocenzo compró el caballo en el establecimiento “Los pimientos”, de Guillermo Gómez Rueda, en Paso Grande.
“Río Conlara Tehuelche” nacido y criado en las sierras de San Luis, tomaba agua del río que lleva parte de su nombre. Estaba libre en la pradera y tuve que meterlo en un corral. Antiguamente los gauchos los agarraban para someterlos con violencia. Nuestra técnica es absolutamente diferente, logramos que el caballo se nos acerque y confíe en nosotros”, dijo el jinete y agregó: “Aprovechamos que el animal, es muy curioso, se aburre rápido y está acostumbrado a vivir en manada, entonces lo primero que hicimos fue transformarnos en parte de la suya y someternos a él. Con inteligencia y trabajo el caballo se transformó en líder de la manada. Todo lo demás es un trabajo progresivo y paulatino, que hay que hacer con muchísima paciencia y constancia”.

D'Inocenzo, un hombre de palabras importantes y mirada firme,  contó que hace dos años y dos meses, exactamente, que convive con el animal.
“Tuvo seis meses de doma y a partir de ese momento comenzó el adiestramiento. Los dos fuimos aprendiendo la disciplina y empezamos a evolucionar juntos. A la competencia llegó un caballo novato con un jinete novicio”, argumentó y explicó que durante la última etapa de aprendizaje, es fundamental que tenga elasticidad, agilidad e instinto vaquero, es decir que pueda arremeter y dominar a un novillo, como un deportista de alta competencia. Sin incorporar en su dieta ningún tipo de medicamento raro.

La competencia se desarrolla en diferentes fechas en todo el país, las finales son en febrero y los competidores clasifican por puntaje, ubicados en un ranking. Además, tienen que cumplir con algunos requisitos para participar, uno de ellos es que el caballo  tenga pedigree firmado y sellado.
“Las semifinales tienen tres etapas y hay ciertas reglas que cumplir. Por ejemplo, con un simple sonido de mi voz le indico que se detenga y así corra con toda la furia, de pronto, tiene que detenerse, violentamente. Eso lo interpreta sólo con un sonido. Debemos estar sincronizados. Eso es lo atrapante de la primera prueba. La segunda consiste en arriar al novillo, moverlo dentro del corral y hacerle una ‘apretada’, que significa entrarle a la costilla y con el impulso del caballo frenarlo y a voluntad volverlo por el camino que iba. La tercera es hacia la izquierda”, explicó entusiasmado el jinete campeón.

Jorge D'Inocenzo y su caballo “Río Conlara Tehuelche” poseen la afinidad necesaria para convertirse en grandes amigos. “Para conseguir el nivel que logramos en la competencia muchas veces, literalmente, dormimos con el caballo”, concluyó el jinete, dueño de la cabaña de  cría de caballos “Inti Wayqú” (Quebrada de sol), ubicada en Villa de la Quebrada.

Fuente: El DIARIO de la República 14.04.14