Se conoció el adelanto de un libro sobre La Cámpora que incluye testimonios del hijo de la Presidenta. Su visión sobre la política.
Nunca se había escuchado tanto de la boca del misterioso hijo de Néstor y Cristina. Máximo Kirchner concedió dos largos reportajes a la periodista Sandra Russo para su libro "Fuerza propia" sobre la historia de La Cámpora, en los que hizo la exégesis de la agrupación juvenil y respondió a "los poderes" que la atacan y desean que el gobierno de su madre termine mal.
"Cristina conduce un proyecto político y ha generado prole, lo cual a esos poderes de siempre les crea un problema. O sea: que haya generado prole le da la posibilidad de una continuidad en el tiempo, y eso es lo que nunca había pasado y a lo que se oponen férreamente. Eso le da una identidad que va más allá de su persona como candidata", explica Máximo, en el adelanto del libro de Russo publicado ayer por Página 12.
"La Cámpora no es ni dogmática ni pragmática en exceso. No bajamos a los barrios como una cuadrilla de limpieza ni a repartir nada. Cuando la gente se involucra y cuida las cosas, se quiere más, vive mejor, se puede organizar", aseguró el líder en las sombras de la organización juvenil K, al que nunca se lo vio dar un discurso público.
"Los medios se centraron últimamente en el ataque a la juventud en general, y a algunas organizaciones juveniles en particular. Dicen que todo se hace por contratos, por cargos. Ese cliché. Y mientras tanto no se ocuparon de los pibitos que son usados para vender drogas, para delinquir o asesinar", apuntó contra la prensa, en términos similares a los que suele utilizar su madre.
"Nos dicen soberbios. ¿Por qué soberbios?", se preguntó. "¿Uno defiende su posición y es un soberbio, y se tiene que bancar que vengan y te insulten y te digan que todo anda para la mierda y, callado, uno estaría demostrando que es democrático? ¿Y qué sería lo democrático? ¿Que el que sacó 16 por ciento le diga lo que tiene que hacer al que sacó 54? Que digan lo que quieran, nosotros seguimos".
Máximo encuadró la derrota del oficialismo en las elecciones de octubre pasado en las dificultades que padeció el kirchnerismo en las elecciones de medio término (a excepción de la de 2005). Pero consideró que "el principal derrotado fue el odio (...) salvo en el caso de (Elisa) Carrió, que representa a los sectores más recalcitrantes y conservadores de la Ciudad de Buenos Aires, donde se concentra la mayor parte del odio y el poder mediático".
En ese sentido, evaluó que Sergio Massa "percibió que no había cabida para algo rabioso contra el Gobierno" y elaboró un proyecto "confuso" con el apoyo de "los poderes de siempre que buscaron que los representara alguien más tamizado que los candidatos puramente odiadores, y Massa se deja usar en ese sentido".
La voz de Máximo se conoció hace poco más de un año en el documental sobre su padre que filmó Paula de Luque. Luego habló brevemente con los periodistas que lo aguardaban en su lugar de votación en octubre pasado. Pero nunca había dado un reportaje como el que concedió a la panelista del ciclo ultraoficialista 6 7 8 que emite la Televisión Pública.
"Cristina es el último dique de contención que hay hoy en la política argentina contra los intereses que hicieron de la Argentina un país invivible", consideró.
Con respecto al futuro, el hijo de la Presidenta dijo no saber "qué expresión electoral tendremos", aunque consideró que "estará bien lo que resulte".
Manifestó en cambio que es "preocupante" el papel de la oposición. "Quieren que Cristina termine mal, y no tienen nada mejor para ofrecer", aseguró. "Creemos que si perdemos porque aparece algo que nos supera y nos mejora en términos de un proyecto que incluya y que beneficie a la enorme mayoría de los argentinos, bancamos, está bien".
Fuente:LosAndes
Nunca se había escuchado tanto de la boca del misterioso hijo de Néstor y Cristina. Máximo Kirchner concedió dos largos reportajes a la periodista Sandra Russo para su libro "Fuerza propia" sobre la historia de La Cámpora, en los que hizo la exégesis de la agrupación juvenil y respondió a "los poderes" que la atacan y desean que el gobierno de su madre termine mal.
"Cristina conduce un proyecto político y ha generado prole, lo cual a esos poderes de siempre les crea un problema. O sea: que haya generado prole le da la posibilidad de una continuidad en el tiempo, y eso es lo que nunca había pasado y a lo que se oponen férreamente. Eso le da una identidad que va más allá de su persona como candidata", explica Máximo, en el adelanto del libro de Russo publicado ayer por Página 12.
"La Cámpora no es ni dogmática ni pragmática en exceso. No bajamos a los barrios como una cuadrilla de limpieza ni a repartir nada. Cuando la gente se involucra y cuida las cosas, se quiere más, vive mejor, se puede organizar", aseguró el líder en las sombras de la organización juvenil K, al que nunca se lo vio dar un discurso público.
"Los medios se centraron últimamente en el ataque a la juventud en general, y a algunas organizaciones juveniles en particular. Dicen que todo se hace por contratos, por cargos. Ese cliché. Y mientras tanto no se ocuparon de los pibitos que son usados para vender drogas, para delinquir o asesinar", apuntó contra la prensa, en términos similares a los que suele utilizar su madre.
"Nos dicen soberbios. ¿Por qué soberbios?", se preguntó. "¿Uno defiende su posición y es un soberbio, y se tiene que bancar que vengan y te insulten y te digan que todo anda para la mierda y, callado, uno estaría demostrando que es democrático? ¿Y qué sería lo democrático? ¿Que el que sacó 16 por ciento le diga lo que tiene que hacer al que sacó 54? Que digan lo que quieran, nosotros seguimos".
Máximo encuadró la derrota del oficialismo en las elecciones de octubre pasado en las dificultades que padeció el kirchnerismo en las elecciones de medio término (a excepción de la de 2005). Pero consideró que "el principal derrotado fue el odio (...) salvo en el caso de (Elisa) Carrió, que representa a los sectores más recalcitrantes y conservadores de la Ciudad de Buenos Aires, donde se concentra la mayor parte del odio y el poder mediático".
En ese sentido, evaluó que Sergio Massa "percibió que no había cabida para algo rabioso contra el Gobierno" y elaboró un proyecto "confuso" con el apoyo de "los poderes de siempre que buscaron que los representara alguien más tamizado que los candidatos puramente odiadores, y Massa se deja usar en ese sentido".
La voz de Máximo se conoció hace poco más de un año en el documental sobre su padre que filmó Paula de Luque. Luego habló brevemente con los periodistas que lo aguardaban en su lugar de votación en octubre pasado. Pero nunca había dado un reportaje como el que concedió a la panelista del ciclo ultraoficialista 6 7 8 que emite la Televisión Pública.
"Cristina es el último dique de contención que hay hoy en la política argentina contra los intereses que hicieron de la Argentina un país invivible", consideró.
Con respecto al futuro, el hijo de la Presidenta dijo no saber "qué expresión electoral tendremos", aunque consideró que "estará bien lo que resulte".
Manifestó en cambio que es "preocupante" el papel de la oposición. "Quieren que Cristina termine mal, y no tienen nada mejor para ofrecer", aseguró. "Creemos que si perdemos porque aparece algo que nos supera y nos mejora en términos de un proyecto que incluya y que beneficie a la enorme mayoría de los argentinos, bancamos, está bien".
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