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27 oct 2014

Perfil de Dilma Rousseff presidenta reelecta en Brasil 2014

De “dama de hierro” a presidenta de “teflón” 
Por el temperamento duro y explosivo que demostró durante su gobierno, a Dilma Rousseff (66), la ex guerrillera convertida en la primera mujer presidenta de Brasil, se la había apodado como la "dama de hierro". Sin embargo, a juzgar por cómo logró deshacerse de las acusaciones de corrupción y desentenderse de responsabilidades por la mala situación económica que atraviesa Brasil, bien podría decirse que quien acaba de ganar un nuevo mandato es una verdadera mandataria de “teflón".

El bajo crecimiento del PBI durante su gobierno, el alza en la inflación, el escándalo de sobornos dentro de la estatal Petrobras, las críticas a los servicios públicos, fueron temas que se mantuvieron candentes durante toda la campaña, pero que la oposición no consiguió que se "pegaran" a la imagen de la presidenta. Como gotas de agua que saltan sobre una sartén con aceite hirviendo, todas las denuncias contra el Gobierno fueron repelidas por la potente maquinaria propagandística del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), y devueltas con especial saña contra sus rivales: en la primera vuelta electoral contra la ecologista Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), y ahora, en el balotaje, contra el derrotado senador Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (Psdb).

Una familia de clase media

Dilma Vana Rousseff nació el 14 de diciembre de 1947 en Belo Horizonte, Minas Gerais, en el seno de una familia típica de clase media. Junto a sus hermanos Igor y Zana Lúcia (fallecida en 1976), es hija de Pedro Rousseff, un abogado y emprendedor búlgaro que después de probar suerte en Buenos Aires se mudó a Brasil, donde conoció a la maestra Dilma Jane Coimbra Silva, y se casó con ella.

Como buen inmigrante, Rousseff inculcó a sus hijos el poder de la educación: la futura presidenta estudió primero en una escuela católica privada, mientras tomaba clases de piano, guitarra, francés y devoraba libros de literatura europea y mitología griega.

La muerte de su padre, en 1962, obligó a la familia a cambiar un poco su vida. Rousseff se pasó a una secundaria estatal, donde empezó a apasionarse por la política, sobre todo después del golpe militar de 1964. Inspirada por las ideas marxistas, integró primero el movimiento estudiantil y luego, con sólo 17 años, se sumó al grupo Política Obrera (Polop), vinculado al Partido Socialista Brasileño (PSB). Allí conoció a quien sería su primer marido (1967-1969), Claudio Galeno de Magalhães.

Tiempos de rebeldía

Sus actividades políticas se incrementaron en la universidad, donde estudiaba Economía. Se acercó a los grupos más rebeldes para integrar primero la guerrilla del Comando de Liberación Nacional (Colina), y luego la Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares (VAR-Palmares), aunque ella asegura que nunca disparó un arma. Se limitaba a establecer contactos con políticos y sindicalistas, editar el diario O Piquete, y a cuestiones logísticas.

En esos años de clandestinidad se enamoró del abogado Carlos Franklin Paixão de Araújo, diez años mayor que ella, con quien tuvo a su única hija, Paula, nacida en 1976, y se mantuvieron juntos por casi 30 años. Durante la dictadura, los dos fueron detenidos y torturados por los militares. Rousseff pasó más de dos años presa en San Pablo, y al ser liberada se mudó a Porto Alegre, donde Araújo cumplía condena.

Retomó sus estudios de Economía en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, y cuando su marido quedó libre, se instalaron allí. Después de sufrir fracasos como comerciante, Rousseff volvió a sus intereses políticos, de la mano de Leonel Brizola y su Partido Democrático Laborista (PDT). Esta sería su cuna política, ya que sólo se afilió al PT en 2000.

Gracias a sus contactos políticos y su perfil administrativo, comenzó a trabajar en la Secretaría Municipal de Economía de Porto Alegre, y luego en la Secretaría de Minas, Energía y Comunicación del Estado. Allí profundizó su conocimiento en temas energéticos y se forjó la fama de buena gestora que impresionaron a Luiz Inacio Lula da Silva cuando la conoció en 2001.

Entablaron una fuerte amistad y Lula la invitó a ser su ministra de Minas y Energía en su primer mandato. En 2005, cuando estalló el escándalo de corrupción del "mensalão", premió su lealtad dándole el cargo del desplazado jefe de Gabinete, José Dirceu, hoy preso por haber sido el arquitecto de la trama de sobornos mensuales que se pagaba a legisladores de la oposición a cambio de respaldo a los proyectos del Gobierno

Fuente: Puntal 27.10.14

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