Tras el hallazgo del cuerpo del joven -desaparecido en 2009-, el hombre que
vive en la zona rural viajó a Buenos Aires para interiorizarse sobre el caso
La Carlota. El padre de Luciano Arruga, el joven que estaba
desaparecido desde hace 5 años y cuyo cuerpo fue encontrado el viernes
pasado, vive en la zona rural de esta ciudad y ayer viajó a Buenos Aires
tras ser convocado por la Justicia.
El hombre, de unos 60 años, fue cauto en sus declaraciones, y dijo que espera que se haga justicia en torno de lo ocurrido con su hijo, también de nombre Luciano, y del que se dice murió tras recibir una golpiza propinada por la policía. Sin embargo, se conoció que había muerto en un accidente vial y fue enterrado como NN.
La causa se encuentra bajo secreto sumarial y el padre fue citado por la Justicia, seguramente para cumplir con el trámite procesal.
El padre del joven recordó que años atrás Luciano vivió con él en la zona: “Me lo traje porque no me gustaba cómo andaba en Buenos Aires y empezó a estudiar en el Ipea Nº 213. Al tiempo dejó y se fue de nuevo con su madre. Nunca me imaginé que iba a pasarle esto”, dijo el hombre.
Y reiteró que poco es lo que puede decir sobre lo que ocurrió y que sólo conoce lo que se difundió por los medios. “Está bajo secreto sumarial y hablaré en el momento que se me permita. Yo no tengo buena relación con la madre ni con el resto de la familia. Iré porque me llaman. No sé qué pasará cuando nos entreguen el cuerpo. Espero ir a visitarlo donde lo sepulten, pero hay que esperar a que la Justicia haga lo suyo”, sostuvo Arruga.
El padre del joven muerto vive en la zona rural de La Carlota y gran parte de su vida transcurrió en un campo cerca de Viamonte. Según explicó, en un tiempo probó suerte en Buenos Aires donde conoció a la madre de Luciano, y de esta relación sólo tiene un hijo, que es justamente el joven desaparecido en 2009 y encontrado hace pocos días como NN en el cementerio de la Chacarita.
El hombre dijo que espera y confía en que la Justicia investigará las circunstancias en que su hijo murió. Al tiempo que reiteró que su viaje a Buenos Aires fue a pedido de la Justicia.
El adolescente había sido detenido el sábado 31 de enero de 2009, con 16 años, en la localidad de Lomas del Mirador por un patrullero de la Policía bonaerense. Desde ese día, fue el último que se lo vio con vida. De acuerdo a la familia, su desaparición fue una represalia por su negativa a robar para los oficiales. Un peritaje con perros determinó que Arruga había estado en la comisaría 8ª de Lomas de Mirador y en uno de los patrulleros, que esa noche no había cumplido con su recorrido programado y según el registro electrónico de su desplazamiento circuló por descampados.
El caso Luciano Arruga ha sido presentado en Argentina como un caso emblemático de desaparición forzada durante democracia por organizaciones de derechos humanos y el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. En febrero de 2010 la familia solicitó que se investigara como una desaparición forzada y por lo tanto pasara a la Justicia federal.
Sus restos fueron encontrados el 17 de octubre de 2014 en el cementerio de la Chacarita como NN. Pero la familia, junto con movimientos sociales y organizaciones de defensa de los derechos humanos, siguen buscando que se condene a los culpables.
El hombre, de unos 60 años, fue cauto en sus declaraciones, y dijo que espera que se haga justicia en torno de lo ocurrido con su hijo, también de nombre Luciano, y del que se dice murió tras recibir una golpiza propinada por la policía. Sin embargo, se conoció que había muerto en un accidente vial y fue enterrado como NN.
La causa se encuentra bajo secreto sumarial y el padre fue citado por la Justicia, seguramente para cumplir con el trámite procesal.
El padre del joven recordó que años atrás Luciano vivió con él en la zona: “Me lo traje porque no me gustaba cómo andaba en Buenos Aires y empezó a estudiar en el Ipea Nº 213. Al tiempo dejó y se fue de nuevo con su madre. Nunca me imaginé que iba a pasarle esto”, dijo el hombre.
Y reiteró que poco es lo que puede decir sobre lo que ocurrió y que sólo conoce lo que se difundió por los medios. “Está bajo secreto sumarial y hablaré en el momento que se me permita. Yo no tengo buena relación con la madre ni con el resto de la familia. Iré porque me llaman. No sé qué pasará cuando nos entreguen el cuerpo. Espero ir a visitarlo donde lo sepulten, pero hay que esperar a que la Justicia haga lo suyo”, sostuvo Arruga.
El padre del joven muerto vive en la zona rural de La Carlota y gran parte de su vida transcurrió en un campo cerca de Viamonte. Según explicó, en un tiempo probó suerte en Buenos Aires donde conoció a la madre de Luciano, y de esta relación sólo tiene un hijo, que es justamente el joven desaparecido en 2009 y encontrado hace pocos días como NN en el cementerio de la Chacarita.
El hombre dijo que espera y confía en que la Justicia investigará las circunstancias en que su hijo murió. Al tiempo que reiteró que su viaje a Buenos Aires fue a pedido de la Justicia.
El adolescente había sido detenido el sábado 31 de enero de 2009, con 16 años, en la localidad de Lomas del Mirador por un patrullero de la Policía bonaerense. Desde ese día, fue el último que se lo vio con vida. De acuerdo a la familia, su desaparición fue una represalia por su negativa a robar para los oficiales. Un peritaje con perros determinó que Arruga había estado en la comisaría 8ª de Lomas de Mirador y en uno de los patrulleros, que esa noche no había cumplido con su recorrido programado y según el registro electrónico de su desplazamiento circuló por descampados.
El caso Luciano Arruga ha sido presentado en Argentina como un caso emblemático de desaparición forzada durante democracia por organizaciones de derechos humanos y el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. En febrero de 2010 la familia solicitó que se investigara como una desaparición forzada y por lo tanto pasara a la Justicia federal.
Sus restos fueron encontrados el 17 de octubre de 2014 en el cementerio de la Chacarita como NN. Pero la familia, junto con movimientos sociales y organizaciones de defensa de los derechos humanos, siguen buscando que se condene a los culpables.
Fuente: Puntal 22.10.14
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