La tarde trascurría nublada hoy en la mayor metrópoli brasileña y los
nubarrones despertaron esperanza de lluvia en cada ciudadano que asume
padecer “la regulación” del abastecimiento y enfrenta el temor a que
todo empeore, si la lluvia no llega.
El humor social frente a esta sequía agrega un ingrediente extra al balotaje que el domingo enfrentarán la presidenta y candidata por el Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, con el opositor socialdemócrata, Aécio Neves (PSDB).
“Un día tengo agua y al otro no, entonces uno va racionalizando, por suerte a veces la cortan de madrugada cuando no lavamos los platos ni el auto”, explicó a Télam Claudio Rodriguez, de 48 años, que vive en la zona de Guarulhos.
La “crisis del agua” como la denominan los paulistas se profundizó desde mediados del año pasado, cuando los comercios y casas de familia comenzaron a percibir los cortes continuos debido a las faltas de reservas en el sistema que abastece todo el estado brasileño.
Y es que las lluvias imprevistamente escasas que tuvo la región complicaron un panorama que en realidad esconde una falta de previsión en infraestructura, motivos que denuncia la oposición al gobierno estadual, hoy tal como hace 20 años, en manos del Partido de la Social Democracia (PSDB), el partido de Neves.
El Sistema Cantareira es un conjunto de represas responsables de abastecer a nueve millones de habitantes en San Pablo y alrededores, y depende de las lluvias de verano cuando se realiza una reserva para los meses “secos”.
El clima jugó en contra en pleno año electoral y complicó la falta de planeamiento que el gobierno tucano (como le llaman a los socialdemócratas) dejando una situación desesperante para los ciudadanos paulistas.
“Hace seis años, la ANA (Agencia Nacional de Aguas, organismo federal regulador del sector) alertó de que esto podía pasar, que si no hacían obras San Pablo podía quedarse sin agua, pero no hicieron nada y le echan la culpa al clima”, argumentó enojado Mauro Luis Barbosa.
Para Barbosa, la situación empeorará aún más luego de la segunda vuelta del próximo domingo porque el asunto está “siendo tapado todo lo posible” por el gobierno del PSDB debido a que puede perjudicar la elección presidencial de Neves, quién tuvo una leve caída en los últimos sondeos, aunque mantiene el empate técnico con la presidenta y candidata del PT.
Frente a la posibilidad de que esta crisis sea uno de los talones de Aquiles del PSDB, Rousseff comenzó a utilizar la crisis del agua en su campaña para mostrar la ineficacia de sus rivales, incluso hasta mencionándolo en el último debate televisivo donde se enfrentó a Neves.
También, durante un acto de campaña realizado el lunes , Rousseff sostuvo que la crisis en el abastecimiento de agua refleja la visión del PSDB "contraria a la inversión planificada", y que "no tiene compromiso con el tema del abastecimiento de servicios fundamentales para la población".
Pero en San Pablo, los ciudadanos aún molestos y asustados con la situación reconocen que volverían a votar por gobernador reelecto, el socialdemócrata Geraldo Alckmin. “El PSDB es muy grande en esta ciudad y en este estado. Hace 20 años que es fuerte, hay una tradición que se opone a otros partidos”, dijo Barbosa.
Las zonas más afectadas por la crisis son Itú, Campinas, Piracicaba, Americana, y la región de la periferia de la ciudad de San Pablo.
El humor social frente a esta sequía agrega un ingrediente extra al balotaje que el domingo enfrentarán la presidenta y candidata por el Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, con el opositor socialdemócrata, Aécio Neves (PSDB).
“Un día tengo agua y al otro no, entonces uno va racionalizando, por suerte a veces la cortan de madrugada cuando no lavamos los platos ni el auto”, explicó a Télam Claudio Rodriguez, de 48 años, que vive en la zona de Guarulhos.
La “crisis del agua” como la denominan los paulistas se profundizó desde mediados del año pasado, cuando los comercios y casas de familia comenzaron a percibir los cortes continuos debido a las faltas de reservas en el sistema que abastece todo el estado brasileño.
Y es que las lluvias imprevistamente escasas que tuvo la región complicaron un panorama que en realidad esconde una falta de previsión en infraestructura, motivos que denuncia la oposición al gobierno estadual, hoy tal como hace 20 años, en manos del Partido de la Social Democracia (PSDB), el partido de Neves.
El Sistema Cantareira es un conjunto de represas responsables de abastecer a nueve millones de habitantes en San Pablo y alrededores, y depende de las lluvias de verano cuando se realiza una reserva para los meses “secos”.
El clima jugó en contra en pleno año electoral y complicó la falta de planeamiento que el gobierno tucano (como le llaman a los socialdemócratas) dejando una situación desesperante para los ciudadanos paulistas.
“Hace seis años, la ANA (Agencia Nacional de Aguas, organismo federal regulador del sector) alertó de que esto podía pasar, que si no hacían obras San Pablo podía quedarse sin agua, pero no hicieron nada y le echan la culpa al clima”, argumentó enojado Mauro Luis Barbosa.
Para Barbosa, la situación empeorará aún más luego de la segunda vuelta del próximo domingo porque el asunto está “siendo tapado todo lo posible” por el gobierno del PSDB debido a que puede perjudicar la elección presidencial de Neves, quién tuvo una leve caída en los últimos sondeos, aunque mantiene el empate técnico con la presidenta y candidata del PT.
Frente a la posibilidad de que esta crisis sea uno de los talones de Aquiles del PSDB, Rousseff comenzó a utilizar la crisis del agua en su campaña para mostrar la ineficacia de sus rivales, incluso hasta mencionándolo en el último debate televisivo donde se enfrentó a Neves.
También, durante un acto de campaña realizado el lunes , Rousseff sostuvo que la crisis en el abastecimiento de agua refleja la visión del PSDB "contraria a la inversión planificada", y que "no tiene compromiso con el tema del abastecimiento de servicios fundamentales para la población".
Pero en San Pablo, los ciudadanos aún molestos y asustados con la situación reconocen que volverían a votar por gobernador reelecto, el socialdemócrata Geraldo Alckmin. “El PSDB es muy grande en esta ciudad y en este estado. Hace 20 años que es fuerte, hay una tradición que se opone a otros partidos”, dijo Barbosa.
Las zonas más afectadas por la crisis son Itú, Campinas, Piracicaba, Americana, y la región de la periferia de la ciudad de San Pablo.
Fuente: Telám 22.10.14
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