Tuvieron que pasar
casi 19 años, para que se inicie este juicio, el próximo miércoles 13. La causa
es nada menos que aquella tragedia que envolvió a la vecina ciudad de Río Tercero, y al país todo, cuando
ocurrieron las explosiones del 3 y 25 de
noviembre de 1995, que dejaron siete muertos, 300 heridos, incontables daños
materiales y una sociedad conmocionada pidiendo justicia.
Cuando el entonces presidente Carlos Menem se apresuró a declarar que
el hecho fue un accidente una ola de sospechas cubrió de indignación al país
todo. Y ese ex primer mandatario es un ausente con aviso en este banquillo de
los acusados que lo está esperando desde hace tanto tiempo. ¡Qué vergüenza que
los recodos de la Justicia le permitan a Menem escabullirse de dar las explicaciones
que nos debe desde entonces, mientras está sentado en las bancas del Senado de
la Nación!
Tampoco
estará el ex Jefe del Ejército Martín Balza, quien al igual que Menem fueron sobreseídos, aunque todavía
no esté dicha la última palabra al respecto. Pero la Justicia lenta no es
Justicia, y tenemos todo el derecho de pensar los simples ciudadanos, que ese
día puede no llegar nunca.
Los procesados
son cinco militares retirados, imputados por estrago doloso agravado por muerte de persona en grado de
coautoría, entre los que se cuentan a
Jorge Antonio Cornejo Torino y Marcelo Diego Gatto (por entonces ambos eran
autoridades de la Fábrica), Carlos Jorge
Franke y Edberto González de la Vega (integraban la conducción nacional de
Fabricaciones Militares) y Norberto
Osvaldo Emanuel, era un civil que en 1995 se desempeñaba como
subinterventor de la empresa estatal Fabricaciones Militares.*
Los abogados
querellantes son Aukha Barbero, Horacio Viqueira y Ricardo Monner Sans,
quienes representan a María Eugenia y
María Julia Dalmasso Gritti, hijas de la fallecida abogada riotercerense Ana Gritti, cuyo marido, Hoder Dalmasso, murió en la explosión.
Destacamos
y acompañamos desde siempre la lucha de Ana
Gritti, a quién invitamos a nuestra ciudad y nos interiorizó sobradamente
de sus fundamentadas sospechas. Una mujer a la que apreciamos entrañablemente
por su valerosa e inclaudicable voluntad de llegar a la verdad en una búsqueda en la que dejó su vida.
Los querellantes
sostienen la hipótesis de que el atentado a la fábrica ocurrió para ocultar la venta ilegal de armas a Croacia y a Ecuador
(1991–1995) y ya han anticipado que llegarán hasta instancias internacionales
de ser necesario para darle cierre a una de las causas judiciales emblemáticas de la Argentina. La última elevación
a juicio de la causa, firmada por el juez
federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, también sostiene esa hipótesis de
relacionar el origen del siniestro con las maniobras ilegales de exportación de
armamento en esos años. *
Con
Menem y Balza ausentes con aviso, se inicia un juicio tan esperado como
necesario para recuperar un poco la credibilidad en nuestra justicia, por estos
días en que andamos de golpe en golpe lidiando en tribunales exteriores.
Seamos
serios y por una vez tengamos un momento de autocrítica: en casos como este
encontramos parte de las respuestas a la incredulidad que inspiramos en el
resto del mundo.
CIUDADANOS
AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
*
La Voz 5. 05. 2014
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