El matutino cordobés La Voz del Interior publica en su sitio una serie de imágenes que hacen referencia a la especial forma de comunicar en la cartelería de nuestra provincia. Es una muestra más de nuestro especial sentido del humor que se refleja en estas fotos.
Cuando estamos agobiados por el clima, desbordados por los precios, preocupados por las cosas del diario vivir es muy positivo tomarse un momento para sonreir con el ingenio de nuestros comprovincianos.
¿Sexo gratis?, en Las Varillas. Para nadie pasa desaparcibido ese cartel en el acceso a la ciudad. Desde una
Ya inflados, en Jesús María. Cansado de que le pidan inflar cubiertas de rodados menores, una gomería de avenida 28 de Julio decidió arancelar el servicio. Por las dudas, aclara qué hacer a los que no quieran pagar.
Con la mugre a otro lado, en Pilar. La consigna es clara: no está bueno tirar residuos en el balneario, junto al
río. Pero por las dudas este cartelito apela a la conciencia en forma muy llana y directa. El que no cumple, sabrá que es mugriento.
Para que lea el que no sabe leer, en Los Cocos. El cartel, cargado de ironía, parece un juego más entre los que tiene un tradicional parque de diversiones sobre un cerro de Los Cocos. El que no sabe leer, que lo lea igual, para saber qué hacer.
Verdura con famosos, en Villa María. Un verdulero renueva cada día sus carteles, relacionando sus ofertas con personajes. Durante el Mundial, tentaba con “huevos de Mascherano”
Balneario, en idioma transerrano. Sobre el camino de las Altas Cumbres, a la altura del nacimiento del río Mina Clavero, un cartel invita a conocer un rincón apto para bañistas. De paso, crea un nuevo término. ¿Acaso no suena más lógico llamarlo “bañario que balneario?
No rompa, en Villa Dolores. A media cuadra de la plaza principal, en un lavadero de autos, el cartel persuade de modo enfático y decidido para que no estacionen en ese sitio, ni rompan nada.
CARTELES CURIOSOS. (La Voz)
Cuando estamos agobiados por el clima, desbordados por los precios, preocupados por las cosas del diario vivir es muy positivo tomarse un momento para sonreir con el ingenio de nuestros comprovincianos.
Cómo pedir un café, en Villa General Belgrano.Hace más de un año, que la carta de presentación de Café del Sol es un cartel escrito en tiza, que sugiere que los buenos modales se traducen en descuentos. Un café, a secas, cuesta 17 pesos. Si el cliente agrega el "por favor" baja a 16, y si suma un "buen dia", desciende a 15. "La gente se saca fotos con el cartel", contó el dueño.
¿Sexo gratis?, en Las Varillas. Para nadie pasa desaparcibido ese cartel en el acceso a la ciudad. Desde una
veintena de metros ya se lee: "sexo gratis". Al acercarse se percibe la letra chica que lo completa. Es publicidad de una gomería, que hace dos años lo instaló y sigue cumpliendo su objetivo de ser leído.
Usurpación de título? Justo José de Urquiza fue presidente, pero nunca “libertador”, como resalta el cartel de una calle en Villa Dolores.
Anticoimeros, en Río Tercero. Sobre calle Esperanza, el principal cartel de una empresa no publicita su
nombre. Sólo un enigmático “No a las coimas” y un ambiguo “Sí al sentido común”. Fue la reacción, hace cinco años, ante un pedido de un empleado de un organismo oficial.
Con la mugre a otro lado, en Pilar. La consigna es clara: no está bueno tirar residuos en el balneario, junto al río. Pero por las dudas este cartelito apela a la conciencia en forma muy llana y directa. El que no cumple, sabrá que es mugriento.
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Balneario, en idioma transerrano. Sobre el camino de las Altas Cumbres, a la altura del nacimiento del río Mina Clavero, un cartel invita a conocer un rincón apto para bañistas. De paso, crea un nuevo término. ¿Acaso no suena más lógico llamarlo “bañario que balneario?CARTELES CURIOSOS. (La Voz)
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