EL
MINISTRO DE ECONOMIA, AXEL KICILLOF, MINIMIZO EL IMPACTO QUE PUEDE PROVOCAR LA
DEVALUACION DEL PESO
“Los
precios no dependen de la cotización del dólar”
Por Tomás Lukin y Fernando
Krakowiak
El
funcionario analizó la reacción que tuvieron los empresarios luego de la suba
del dólar y descartó que fuera a haber remarcaciones generalizadas en los
próximos días. También relativizó el impacto en la paritaria.
Luego de la suba que registró el dólar oficial, uno
de los principales temores es el impacto que pueda generar en los precios y en
la negociación salarial de la próxima paritaria. Sin embargo, el ministro de
Economía, Axel Kicillof, minimizó las consecuencias de la modificación de
precios relativos.
–Usted
señaló que un dólar a 13 pesos tendría efectos devastadores sobre el salario y
sobre el empleo, pero la decisión de llevar el dólar a 8 pesos también va a
impactar en los precios, ¿qué van a hacer para minimizar ese impacto?
–Ese es
otro de los fantasmas que se están agitando. El Producto Bruto Interno está
cerca de los 500 mil millones de dólares y las importaciones son 75 mil
millones de dólares, de los cuales los insumos que están directamente en
dólares son mucho menos. Con esto quiero decir que el efecto de un cambio del
valor de la divisa sobre los bienes producidos en el país no es ciento por
ciento. Nadie puede esperar que un cambio en el valor de la divisa impacte
linealmente en los precios internos.
–Pero
muchos empresarios afirman que sus proveedores suspendieron las ventas durante
jueves y viernes. Uno de los casos que se mencionó es el de Techint.
–Es
mentira, Techint no dejó de vender. La empresa me informó que el viernes
despacharon normalmente 8700 toneladas, el nivel normal.
–Hubo
proveedores que interrumpieron las ventas.
–Fue mínimo.
Hablamos con Frávega y con Garbarino y nadie dejó de vender.
–Muchas
casas de electrodomésticos sacaron los precios de sus locales, incluso eso se
vio en fotos que salieron en algunos medios.
–Efectivamente,
la persona que vende y tiene que reponer su mercadería tiene que ver cómo actúa
el proveedor, pero ya se normalizó. Los volvieron a poner.
–¿Volvieron
a poner los mismos precios o aumentaron?
–Cuando
el dólar llegó a 8,40 pesos y parecía que se iba a ir a 9 pesos, generaron un
clima de megadevaluación, pero eso no ocurrió. Entonces cuando llamamos la
situación ya estaba normalizada.
–¿Y en
los supermercados?
–No pasó
nada, absolutamente nada. Además, antes la mayoría de los diarios decía que se
estaban poniendo todos los precios en base al dólar blue. Ahora que el dólar
oficial subió a 8 pesos, ¿los precios los van a bajar a un dólar de 8 pesos?
–En los
productos que se consumen en el mercado interno y también se exportan, como por
ejemplo el aceite, la suba del dólar oficial va a impactar.
–Los “Precios
Cuidados” siguen igual. Por el momento, los precios no se van a modificar de
ninguna manera. Si algún proveedor tuvo un cambio en sus costos, lo puede
demostrar y no tiene suficiente margen como para no traducir esos costos en
precios, se discutirá y se consensuará un cambio de precios, pero esto no
ocurrió ni jueves ni viernes. Nosotros vamos a ser durísimos con el
mantenimiento de los precios. Vamos a exigir que nadie le mienta ni le robe a
la gente porque la mayoría de los precios en la Argentina no dependen de la
cotización del dólar y en los casos en que eso sucede es en una medida muy
pequeña. Los precios no están atados al dólar, aunque sí puede haber algunos
que quieran sacar ventaja y utilizar esa excusa para remarcar. En esos casos,
el Estado nacional se va a hacer presente para poner las cosas en su lugar,
pero también vamos a necesitar que los intendentes, las organizaciones sociales
y los sindicatos nos ayuden a controlar que nadie se haga el vivo. Hay algunos
sectores especulativos que buscaban una megadevaluación, pero no la tuvieron,
porque esto está muy lejos de haber sido una megadevaluación. La devaluación en
2002 fue de 214 por ciento, el famoso Rodrigazo fue de 719 por ciento, en 1981
fue de 226 por ciento y en 1989 fue 2038 por ciento. Devaluaciones eran las de
antes.
–¿La
nafta va a aumentar?
–Nosotros
vamos a analizar la situación de los distintos sectores para ver cómo impactó
la suba del dólar. El sector de los combustibles, por ejemplo, no importa toda
su materia prima. Además, se va a ver cómo venían evolucionando esos precios
antes, porque algunos sectores ya se hicieron un colchón que les permite
absorber un aumento en los costos.
–El
sector petrolero podría estar dentro de este último grupo porque el precio de
la nafta aumentó mucho en los últimos tiempos.
–Vamos a
analizar sector por sector.
–¿Cómo va
a impactar la devaluación en las paritarias?
–Ni los precios en la Argentina son en dólares
ni los salarios son en dólares, a pesar de que hemos llevado el Salario Mínimo
Vital y Móvil medido en poder adquisitivo en dólares al más alto de la región.
Si alguien me quiere explicar el mecanismo que hace que un cambio en el valor
del dólar afecte de manera inmediata, directa y proporcional a todas las
variables económicas
que también me explique por qué la Argentina no es Estados Unidos.
–¿El
aumento de tasas de interés que acompañó la devaluación puede afectar
negativamente en el financiamiento productivo y el consumo?
–Nosotros
no estamos pensando cambiar los parámetros de la política económica. Nuestro
objetivo central es la producción, el empleo y la distribución de la riqueza.
No vamos a hacer nada que pueda afectar estos parámetros. Por supuesto, que en
un contexto donde estás ante un ataque especulativo financiero hay movimientos
en las variables financieras, pero pueden ser perfectamente transitorios, hasta
tanto se haya controlado el fenómeno.
–La
historia argentina y la literatura económica heterodoxa muestran que las
devaluaciones son regresivas en términos de la distribución del ingreso, ¿cómo
se neutraliza el impacto que provoca el cambio en los precios relativos, aunque
haya sido menor comparado con otras devaluaciones del pasado?
–Ahora
nos dicen que estamos tomando medidas ortodoxas, pero lanzamos el Pro.Cre.Ar,
una medida de fomento a la construcción de viviendas y ya hay 20 mil terminadas
y 90 mil en marcha; presentamos el Progresar, que ahora parece que no existe
pero son 11 mil millones de pesos volcados a la actividad económica, destinados
puntualmente a sectores postergados, como los jóvenes hijos de neoliberalismo,
de padres desempleados. Además lanzamos el Fondear, que también lo
invisibilizaron y son 10 mil millones de pesos en créditos para sectores
productivos, pymes y economías regionales. Otro de los programas supuso obligar
a los bancos a destinar el 5 por ciento de los depósitos a sectores productivos
y a la inversión con una tasa del 17 por ciento. Hay montones de medidas
heterodoxas que hemos tomado. Por eso tenemos apenas un 6,6 por ciento de
desempleo. Me parece que esta cuestión de acusar al Gobierno por muy heterodoxo
y después acusarlo por muy ortodoxo, pierde de vista que el conjunto de las
medidas económicas durante los últimos diez años han tenido objetivos muy claros,
que son objetivos políticos, y eso es lo que no pueden aceptar los sectores más
concentrados y más ortodoxos. No pueden aceptar que hemos puesto la política
por delante de la economía. Nuestro objetivo es reindustrializar la Argentina y
que los sectores trabajadores y más vulnerables recuperen terreno perdido, que
obviamente no se puede recuperar en diez años porque se perdió en décadas y
décadas de desamparo y abandono.
Fuente: Página 12 - 26.01.14 -
UN PELOTUDO QUE NOS QUIERE TOMAR POR PELOTUDOS. HASTA COMO ÑOQUI ES MALO.
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