Camino al 3 de junio: Deolinda Sosa admitió haber sido víctima de violencia de género

La cantante riocuartense contó su experiencia en una entrevista radial. “Hoy es un chirlo, mañana es una piña y pasado te quema”, señaló a FM Gospel. 

 

La cantante riocuartense, Deolinda Sosa, admitió en una entrevista radial haber sido víctima de violencia de género.

“No hay que bajar los brazos y no hay que callarse”, señaló esta mañana en el programa Así son las Cosas que emite la FM Gospel 102.9.

La artista hizo hincapié en la necesidad de denunciar los casos de violencia por entender que “hoy es un chirlo, mañana es una piña y pasado te quema”.

Además, contó que la música fue su cable a tierra para superar la experiencia. “En el momento de subir al escenario te olvidás de todo”, dijo.

La confesión

La cantante había sido convocada para hablar de su presente artístico y su próxima presentación en el Opus Teatro, cuando en la entrevista la consultaron respecto de la relación del contenido de sus temas con la realidad social.

“Para mí es imposible no mirar lo que pasa en la sociedad, fundamentalmente en los niños y las mamás embarazadas”, introdujo la cantante.

Y agregó: “Estuvimos trabajando con la campaña Ni Una Menos. A mi me moviliza en lo más profundo porque he vivido una relación bastante complicada con mi ex marido y eso me toca de cerca. No hay que mirar para otro lado. Siempre quedan huellas y lo principal es buscarle el lado bueno a las cosas y ver que más allá de todas las complicaciones, mis hijos están bárbaros”.

"¿Fuiste una mujer golpeada?", preguntó el periodista Guillermo Geremía.

“Si, si”, respondió la cantante.

Además, dijo tener una amiga que atraviesa la misma situación. “Trato de ponerme en su piel porque todo pasa, todo puede cambiar si uno hace el cambio. Si se hace un click, de no tener miedo. El tema es que la mujer quede anulada por el miedo”, señaló.

Para agregar: “Muchas mujeres no saben cómo salir y el punto es hablar. No se animan a contarles a sus amigas y se empiezan a aislar y es justo lo que la otra persona quiere: que estés sola y vuelvas al lugar donde te tienen sometida”