Recibimos una comunicación de los vecinos del San Eduardo que
nos cuentan la difícil situación que están viviendo desde el domingo a la
noche. La fuerte tormenta volteó no sólo árboles sino el cableado de la luz
cómo en tantos barrios de la ciudad. Por lo tanto no tienen servicio de luz y
lo que es peor, tampoco de agua. El panorama es delicado porque una importante
cantidad de la población carece de ser vicios básicos con las derivaciones que esto puede trae para la
salud de la gente.
Que desde los distintos entes se ha puesto todo el empeño
para revertir la situación es tan cierto como también lo es el déficit crónico
en obras de infraestructura que vivimos en todo el país. Las excusas y
justificativos en estos momentos no sirven, sino que se requieren paliativos
que permitan salvar la situación, por ejemplo proveer de agua potable a esos
sectores que no son precisamente los más acomodados para comprar agua mineral a
los precios que se están comercializando habitualmente acentuados por estas
condiciones.
Es la salud de la población la que está en juego, más aún en
las barriadas populares donde hay cantidad importante de niños. Es momento de
solidaridad y sentido común para actuar a la par que se requiere veracidad en
las informaciones porque si ignoramos cómo están las cosas para nuestros
vecinos, no medimos la importancia por ejemplo de cuidar el consumo de agua y
de dar una mano solidaria desde cualquiera que sea nuestro lugar. Los paros y
reclamos de los distintos sectores son
justos, pero en este momento ante tanta necesidades de la gente ¿No conviene
posponerlos unos días? ¿No es el momento de pensar un poco en todos y no en las
demandas que aun que justas suenan tan mal y fomentan un malestar social que
añade más preocupación a la ya saturada sociedad?
El San Eduardo hoy, como tantos otros sectores requiere
ayuda, trabajo y buena predisposición. Pueda ser que todos estemos a la altura
de las circunstancias.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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