El fiscal suspendido investigaba al hermano de la ministra de Seguridad
Por Daniel Santoro
Diego Rodríguez estaba vinculado al negocio la reventa de entradas de Ríver. El caso lo tiene una ex funcionaria K
El fiscal
José María Campagnoli, unos días antes de ser suspendido por un polémico pedido
de la
Procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó, estaba
investigando otra causa que preocupa al Gobierno porque está involucrado
Diego Rodríguez, hermano de la flamante ministra de Seguridad, María Cecilia
Rodríguez.
Hasta
ahora se sospechaba que las razones ocultas de la embestida K contra Campagnoli
era su detallada investigación financiera del caso Lázaro Báez que salpica a la
familia Kirchner y, en menos medida, su actuación en el secuestro de Alfonso
Severo -un testigo del crimen de Mariano Ferreyra- pero esta nueva causa
muestra que había descubierto otro “pozo negro” del kirchnerismo.
De
casualidad, Campagnoli a principios de noviembre había encontrado una denuncia,
en una pila de expedientes de la fiscalía de Saavedra, contra Diego “el
boletero” Rodríguez. Seguramente, tenía algún vínculo con su investigación que
logró en septiembre del 2011 que Alan y William Schlenker fueron condenados a
prisión perpetua por “instigar” el crimen de Gonzalo Acro.
Campagnoli
es uno de los fiscales del grupo conocido como “Los Centauros” que había armado
el ex fiscal general Norberto Quantín e investigaron escándalos como el de
Spartacus que, en el 2001, casi logra la destitución del ex juez federal
Norberto Oyarbide.
Sin saber
de quién se trataba en ese entonces, pidió una serie de medidas de prueba a su
secretaría de Asuntos Penales (SIPE) que cruzando datos llegó hasta un alto
empleado de Ríver, según chequeó Clarín en fuentes vinculadas al club
millonario. El dato se filtró en Ríver y el alto empleado se puso ya a
disposición de la Justicia.
En la
causa se investigaba desde el negocio de reventas de entradas, la entrega
de entradas a barrabravas e incluso eventuales maniobras de lavado de dinero.
En la
investigación preliminar -Campagnoli no pudo avanzar más porque lo suspendieron
el jueves pasado- además de ese empleado- aparece nombrado el dueño de
casinos de Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Salta y el Chaco Daniel
Mautone. Este se hizo famoso en el 2011 cuando llevó al ex boxeador Mike Tyson
a ShowMatch. Mautone con esos negocios recauda unos 600 millones de pesos por
año. Que haya sido nombrado por los investigados no significa que esté
imputado.
Otro de
los nombrados en la causa que le sacaron a Campagnoli es otro hincha conocido
como “el mudo Pena”, quien habría ofrecido diversos negocios a los
nombrados.
El caso
quedó desde el viernes en manos de la fiscalía subrogante Claudia Katok, cosa
que es normal en el sistema de suplencias. Pero la Procuración nombró como coadyuvante
a Cristina Caamaño, ex secretaria de Seguridad de Nilda Garré. Hasta la semana
pasada, Caamaño era secretaria de Cooperación con los Poderes Judiciales y la
semana pasada le aceptaron la renuncia con la llegada de Rodríguez a Seguridad.
¿Para qué una coadyuvante?, se preguntaron en tribunales.
Otras
dudas que subsisten en la Justicia es por qué Gils Carbó pidió la suspensión de
Campagnoli el mismo día que asumió Rodríguez en Seguridad en reemplazó
de Arturo Puricelli.
Parecería
que habría habido como una correspondencia entre ciertas medidas de
prueba que Campagnoli tomaba en la causa de la supuesta extorsión de Lázaro
Báez contra el ex dueño de la financiera SGI “La Rosadita” Federico Elaskar con
las sanciones que impulsaba Gils Carbó, una de las fundadoras de la agrupación
K “Justicia Legítima”.
Por
ejemplo, los pedidos de sumario contra el fiscal que solicitaron los abogados
de Báez los impulsó cuando el fiscal descubrió que el ex contador del dueño de
“Austral Construcciones” Daniel Pérez Gadín había hablado 122 veces con
Claudio Cerutti quien trabaja en Ceremonial del ministerio de Planificación
Federal.
El jueves
a la madrugada cuando, ya suspendido, abandonó la fiscalía de Saavedra,
Campagnoli preguntó a sus íntimos si los ataques también tendrá que ver con que
nunca le dejaron cruzar las llamadas del secuestro de Alfonso Severo -donde
encontró celulares a nombres de miembros de la SIDE- con las de la desaparición
de Julio López.
Fuente: Clarín 15.12.13
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.