Fue un aniversario difícil este de los
30 años de democracia, para el país en general y para nuestra ciudad en
particular por las consecuencias de la brava tormenta que nos azotó hace días.
Así, la fecha nos encontró a los
riocuartenenses preocupados por resolver los problemas generados en la ciudad.
El telón de fondo de las noticias nacionales sumaba más desazón a nuestras
propias penas locales. Porque es muy doloroso ver los enfrentamientos que se
generaron en tantas provincias argentinas, enfrentamientos entre nuestra gente
y más aún ir conociendo el número de
víctimas fatales sumado a las pérdidas materiales.
"¿Había que festejar cuando en
el país había 11 muertos?", se le preguntó a la titular de Abuelas, Estela de Carlotto. Tras esto
respondió: "Yo creo que hay que investigar bien las muertes de esas personas, quienes
son los que las provocaron, porqué murieron, en dónde y quiénes. Eso está por verse".
Si, coincidimos en que hay que
investigar y llegar a la verdad, cosa que nos es fácil en un país que se ha
empeñado en barrer verdades bajo la alfombra y sembrar de obstáculos el camino de la Justicia. Pero lo concreto es que hay 11 muertos, una cifra por demás grande
para un conflicto interno que en el fondo reconoce como causa los problemas
económicos y sociales, en una sociedad que no respeta reglas.
Córdoba fue el disparador de esta zaga,
y la responsabilidad repartida entre los gobiernos provincial y nacional de no haber previsto y
reaccionado a tiempo solidariamente nos dejó indefensos a los cordobeses. Con
el agravante que el efecto dominó sembró de sangre varias provincias, con un
saldo demasiado pesado. Ahora las disculpas, renuncias, remociones de
funcionarios y demás gestos de nuestras
autoridades nos demuestran que una vez más los “une el espanto, no el amor” al
decir de Borges. Por que necesariamente tienen que tener un poco de vergüenza
para enfrentar a su pueblo en estas horas, y pretender deslindar
responsabilidades, tanto el gobernador De la Sota como el jefe de Gabinete,
Capitanich.
El panorama nacional fue dantesco, por
un lado los enfrentamientos y saqueos y por otro la fiesta de la democracia en
la ciudad capital. Coincidimos con Pérez
Esquivel con respecto a las razones para estar reconocidos y bien reconocidos
a esta etapa democrática:"En
treinta años ha habido muchas luces y sombras, pero también hay muchas cosas que festejar, como la nulidad de las
leyes de impunidad y la toma de conciencia en los derechos humanos en función
democrática".
Y
también podemos coincidir con su
razonamiento acerca de los acuartelamientos policiales cuando manifestó: "Creo que todo que todo lo que se está
produciendo con la policía en distintos puntos del país, es un intento de desestabilización de la democracia”. Y considero, que “una
cosa es el reclamo policial pero otra cosa son las que maneras, no tomando la
casa de gobierno de Catamarca presionando y condicionando al poder político.
Eso no es democrático”.
La Presidenta justificó
en su discurso que: "Hoy,
más que nunca, reivindicamos la democracia frente a los violentos", en el
marco de las protestas que nos tienen en
vilo. Sí reivindiquemos la democracia pero yendo a este tema puntual ¿Era hora
de festejos a ese nivel? La frivolidad ganó el escenario y fue una contundente
cachetada ante tanta desazón y dolor. La Argentina, nuestro amado país volvió a
mostrar a 30 años de recuperada la democracia que el camino para consolidarla
es largo, difícil y que queda mucho por
hacer empezando por formar una clase dirigente que sea realmente un referente para
las nuevas generaciones, porque hasta acá muchachos están en deuda con la gente.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
Totalmente de acuerdo. En este momento 11-12-2013 18:30 hs se esta haciendp un cacerolazo con el fin de dar apoyo al fiscal Campagnoli que investiga la ruta del dinero ROBADO por los kirchner
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