En el último minuto del domingo, cuando estaban escrutadas más del 96% de las mesas y Liliana Olivero se consagraba como la primera diputada nacional de izquierda por Córdoba, el escrutinio oficial pegó un vuelco y le asignó el noveno diputado al radicalismo, con una diferencia de 1.500 votos y faltando escrutar 224 mesas.
Fue la confirmación de un operativo que comenzó muy temprano, cuando aparecieron boletas del Frente de Izquierda correspondientes a las Paso. Una presentación que hicimos en la Justicia electoral logró una resolución reconociendo dichas boletas como válidas, pero ya eran las 14 horas.
La maniobra para birlarnos votos cumplió su cometido, ya que los punteros del radicalismo orientaron a sus fiscales a reclamar la anulación de los votos emitidos con esa boleta. A su vez, los presidentes de mesa aseguraron a nuestros fiscales que las boletas incorrectas estaban en las urnas enviadas por el correo, o sea que el “equívoco” venía organizado desde arriba. Sólo el despliegue de nuestros fiscales y la firmeza de nuestra acción lograron dar cuenta tempranamente de la maniobra.
Hemos lanzado inmediatamente la convocatoria a un acto y movilización frente al lugar del escrutinio, y presentaciones judiciales exigiendo que se abran las urnas. Queremos ver los más de 36.000 votos anulados y recurridos (donde están aquellos que no respetaron la resolución de la junta electoral) y el conteo voto por voto.
Comienza una campaña de movilización y lucha para defender la decisión de los trabajadores cordobeses de contar con una representación política propia.
Eduardo Salas
Esto se puede corroborar: http://www.resultados.gov.ar/telegramas/Itelegramas.htm
Fuente: Taringa
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