Cada 35 horas una mujer es asesinada por violencia sexista en nuestro país en los últimos 5 años, mientras tanto en nuestra provincia de Córdoba con el asesinato de Valeria Villarreal el 26 de setiembre pasado en Alta Gracia, son 18 las mujeres muertas en el transcurso de este año por violencia de género.El Femicidio es una de las formas más extremas de violencia hacia las mujeres, es el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad. Las estadísticas que revela un informe del diario La Voz del Interior citando como fuente la ONG La Casa del Encuentro señala además las víctimas colaterales.Veamos que dice:
En lo que va del año, 25 niños se quedaron sin madre.
En
la provincia de Córdoba, los femicidios registrados en lo que va el año
2013 superan los de 2012. Y, si se mantiene el ritmo, también podría
superar los de 2011.
Así, en el transcurso de este año se registran 18 femicidios, en su
mayoría, a manos de sus exparejas, según surge de un relevamiento de
este diario. La cifra supera por tres muertes a la cantidad de todo
2012.En tanto, en 2010 y 2011 los femicidios fueron 26 y 20
respectivamente en la provincia, según la ONG Casa del Encuentro, que
realiza un relevamiento nacional.Con la muerte de Valeria Villarreal, los femicidios en lo que va de 2013 dejaron un saldo de al menos 25 niños menores de edad huérfanos de madre.
Así, estos homicidios, que son el resultado más extremo de la violencia de género, no sólo afecta a las mujeres: también a una lista larga de personas que integran sus familias, su descendencia, sus relaciones afectivas.
Proyectos
En la Unicameral cordobesa hay al menos dos proyectos de ley para ayudar a víctimas directas e indirectas de la violencia de género.
Uno de los proyectos, del legislador Carlos Roffé (Frente Cívico), establece que los niños que quedan huérfanos a causa de la violencia de género accedan a un subsidio mensual, siempre que lo necesiten según establezca un trabajador social.
En tanto, otro proyecto, de Liliana Montero (Frente Cívico) es más amplio. Contempla un subsidio a víctimas directa o indirecta cuando la violencia de género tenga como resultado la muerte o daños graves en la salud física o mental.
Fuente: La Voz 27 de setiembre de 2013
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