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17 sept 2013

Bulling, se aprobó una ley para su prevención




La Cámara de Diputados de la Nación transformó en ley, el pasado 12 de setiembre, el proyecto sobre “bullying” destinado a prevenir la violencia en las escuelas, a través de la “promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad en las instituciones educativas”.  Dado que es un tema de interés para amplios sectores de la población, especialmente los adolescentes que padecen esta situación y sus familias, así como para los docentes que conviven con la problemática, para conocer este nuevo  estado de cosas los invitamos a leer:

Acoso escolar: qué es el bullying y qué cambia con la nueva ley

El hostigamiento no sólo puede darse en el aula. Las escuelas deberán sancionar a los acosadores.

La violencia escolar es una tendencia que crece en nuestro país. En el Congreso tomaron nota y ayer aprobaron una ley que establece que el Ministerio de Educación, a través del Consejo Federal, deberá establecer reglas para prevenir la conflictividad en las escuelas, entre ellas el bullying. ¿Pero qué cambia con esta ley? ¿Y qué es lo que se define por bullying?

En el equipo Bullying Cero Argentina definen al bullying como "una conducta de hostigamiento o persecución física o psicológica que realiza un alumno contra otro, a quien elige como blanco de repetidos ataques". Aclaran que el hostigamiento entre pares no sólo se da en la escuela, sino que puede ocurrir en cualquier lugar donde haya un grupo que comparte varias horas, como un club o una iglesia. Y que el bullying "siempre es contra una persona concreta y no contra un grupo. Si fuera así, sería considerado una pelea entre pandillas". Flavia Sinigagliesi, psicóloga del equipo, explica en la página de Facebook de la red que el acoso "tiene que ser repetido y sostenido en el tiempo. Una pelea ocasional o por un tema puntual no es bullying".

La especialista detalla que el bullying tiene varios protagonistas: el hostigador (es el que idea el hostigamiento y no siempre el que lo ejecuta); el hostigado; los seguidores (los que apoyan al líder y muchas veces ejecutan el hostigamiento), los espectadores (que pueden sólo mirar, reírse de lo que pasa o intentar detenerlo); el personal de la escuela (quienes deben detectarlo e intervenir) y los padres (responsables de detectar cambios en sus hijos y conversarlo con las autoridades del colegio).
Hasta ahora, no había ningún marco legal que reconociera e intentara frenar el acoso escolar, un problema creciente. De hecho, muchos docentes reconocen que no saben qué hacer ante un caso de violencia en las aulas. La nueva ley apunta a prevenir la conflictividad en las escuelas –no sólo el bullying—y promueve la creación de equipos especializados para la prevención e intervención ante esta clase de episodios, y señala que los equipos de diagnóstico tienen que estar atentos a cómo está cambiando la violencia escolar a partir de la masificación de las nuevas tecnologías.

La nueva norma que sancionó ayer a la madrugada el Congreso prevé la creación de instancias de participación donde docentes, padres y alumnos puedan prevenir y solucionar situaciones violentas. Los alumnos tendrán un espacio donde puedan plantear sus problemas, los docentes podrán intervenir y los padres no se quedarán afuera: pasan a tener un rol activo en la resolución de conflictos.

Y, también, establece que habrá sanciones para el bullying, que serán educativas, graduales y progresivas, atendiendo el contexto y garantizando el derecho a la educación, por lo cual las autoridades de la escuela tendrán que buscarle otro establecimiento donde estudiar al acosador, si como medida extrema se decide su expulsión. El Ministerio de Educación ya está trabajando en una guía con pautas claras para que los docentes. Y también deberá habilitar una línea telefónica gratuita para que aquellos que no se animan a contar lo que les pasó o sientan que la escuela no los escucha.

Fuente: Clarín13.09.13

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