Pablo y los chicos (Foto vuelodigital.com) |
En territorio de colectivos recuperados
como parece ser nuestra ciudad, surge la enorme tarea de contención social de
quienes se convierten en referentes en nuestro medio, como el Movimiento
Trabajo de Hormigas ese grupo de jóvenes, que conforman un
movimiento independiente cuyo objetivo fundamental es trabajar por la inclusión
social y que se esfuerzan por mejorar la
calidad de vida de los vecinos de los barrios La Cava, Cola de Pato, Malvinas y
Salto Malvinas de Río Cuarto. Allí participa Pablo Carrizo, ese pibe de eterna
sonrisa y voluntad inclaudicable que tiene bien en claro cuál es el camino de
la solidaridad y desde hace años nos da
muestras de su espíritu inquieto y altruista.
Una de las últimas tareas a la que están abocados en la zona ribereña del
puente Islas Malvinas, que mereció una nota de Puntal, es la de convertir un
colectivo en desuso en aula para actividades de los chicos del sector.
Esta tarea es una expresión de los que no
esperan que las soluciones sean aportadas por los gobiernos de turno, y
realizan el esforzado trabajo para que en el día a día esos chicos que van
creciendo tengan otras posibilidades que la marginalidad y pobreza les niega.
En la ciudad hay muchas muestras de desinteresados vecinos que se suman con su
aporte laborioso y tesonero a hacer su aporte valioso en pos de mejorar la vida
de los más necesitados.
Para los que lo conocemos Pablo es un
símbolo de aquellos que con su tarea, conforman un núcleo de seres especiales que no buscan
lucro ni reconocimiento y que con su actitud renuevan nuestra confianza en la construcción de una sociedad mejor basada en la calidad
humana de estos referentes. Gracias por todo eso.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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