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3 jul 2013

La salud en Río Cuarto y localidades vecinas



Entre los temas trascendentes para la gente común el de la salud ocupa lógicamente un lugar principalísimo. Por eso en nuestra ciudad lo que trascendió  en cuanto a casos de la gripe A mereció que desde las esferas oficiales se le pusiera paños fríos al manejo público de la información. Lógicamente no es para nada recomendable que la población entre en pánico por esta situación, pero la información razonable y veraz firmemente avalada por los responsables de las áreas respectivas debe ser un modo de comunicar que despeje dudas. La experiencia de este año debe servir a la población para tomar las precauciones del caso cuando se recomienda la vacunación de los grupos de riesgo, evitando luego apresuramientos y demandas que superan las posibilidades de los servicios sanitarios. Pero el estado debe también conducirse con prudencia no generando medidas que no puede satisfacer como una vacunación masiva como se sugirió en la capital de la provincia durante un fin de semana. Hasta acá sabemos que hay nueve casos fatales de gripe A en la provincia que se dieron en pacientes de riesgo.

Luego apareció la triquinosis, esa enfermedad transmitida por consumo de carne de cerdo infectado, que se ingiere insuficientemente cocida. Cada tanto un brote masivo como el que sucedió en la ciudad, hace que se den varios casos en grupo familiar y de amigos y más allá del tratamiento específico es importante que los consumidores sepan el riego que corren al no tener los productos a consumir los controles sanitarios correspondientes.

Pero el tema urticante por excelencia de estos días fue el brote de gastroenteritis que se dio en General Cabrera del cual quedó el saldo fatal de una niña de tres años y por el que hubo una cantidad importante de afectados. Nada se esclareció hasta ahora acerca del origen del mismo y esto deriva entonces en una comunidad que transita un conflicto serio en el cual por un lado están las autoridades incluyendo las sanitarias que son fuertemente cuestionadas y por otro una población desconcertada ante este estado de cosas.

El estado de salud de la población en lo referente a estas enfermedades infectocontagiosas depende en gran medida de las medidas de higiene personal y ambiental que se pueden satisfacer cuando  se cuentan con servicios básicos adecuados. Por ejemplo  de poco sirve predicar los beneficios del uso adecuado del agua cuando no hay buena provisión de agua potable para el consumo doméstico y muchos de nuestros vecinos  en la ciudad y en la zona carecen del servicio, convirtiéndose en las poblaciones más vulnerables.

Las obras de infraestructura de un país eternamente carente de recursos suficientes para asegurar la provisión de servicios básicos a su población, tiene en el tema del agua potable un ejemplo no resuelto en el sur de Córdoba, donde la calidad y accesibilidad a un flujo suficiente deja mucho que desear. Las consecuencias en salud, están a la vista, ya que a las enfermedades infecciosas se suma por ejemplo el alto tenor de arsénico en aguas de muchas poblaciones, con el riego cierto bastamente conocido para la salud de la gente, que  en consecuencia debe comprar agua para su consumo.

Los criaderos  de cerdos en pésimas condiciones, son aceptados como parte de la precariedad en que viven muchos de  los sectores marginales de la sociedad. ¿Qué nos puede asombrar entonces que tengamos un brote de triquinosis, cuando la subsistencia obliga a vivir en condiciones tan precarias?

Estos son los temas que tendrían que llenar las propuestas de los candidatos que hoy se abocan a ganar electores, porque la salud de la población es el bien más valioso que debe custodiar la dirigencia política, aunque no lo entiendan y pretendan captar votos vendiendo espejitos de colores, con discursos que dejan demasiado que desear, cómo muchos de los que estamos escuchando por estos días.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

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