En estos días estamos asistiendo entre sorprendidos y
asqueados ante las evidencias de
corrupción que trascienden por los
medios.
Los ciudadanos comunes que tenemos los problemas comunes y simples de la vida de la mayoría de la gente, estamos siguiendo esta serie de denuncias y evidencias como se sigue una zaga televisiva pero con la angustia que genera saber que no vemos una ficción sino que estamos visualizando la radiografía que evidencia problemas de fondo de un país al que pertenecemos y que en el mientras tanto estos procesos condicionan la vida de todos.
Los ciudadanos comunes que tenemos los problemas comunes y simples de la vida de la mayoría de la gente, estamos siguiendo esta serie de denuncias y evidencias como se sigue una zaga televisiva pero con la angustia que genera saber que no vemos una ficción sino que estamos visualizando la radiografía que evidencia problemas de fondo de un país al que pertenecemos y que en el mientras tanto estos procesos condicionan la vida de todos.
Aquello de que... “la corrupción mata” es algo más que una
frase hecha. La sociedad ya sabe y muy bien que esta expresión sintetiza las vidas que se pierden a raíz de
la falta de obras que el país necesita con urgencia. Si para algo sirve conocer
con mucho pesar, todos los días por ejemplo los datos de accidentes viales es
para tener en cuenta que no vamos a fondo con las causales de esta problemática
cómo en tantas otras. La corrupción se lleva la parte del león de la caja
grande a la que aportamos todos
Las tragedias que son tema de primera plana y de innumerables
programas de los medios, despiertan en la gente común una enorme ansiedad, por
que las vidas que se van son la de nuestros iguales; cualquiera de nosotros o
de nuestras familias puede pasar a engrosar la lista de víctimas de accidentes
que ocurren por carencia de obras ejecutadas. Las imágenes desoladoras de una
realidad que muestra un país con el 30% de pobres y sus carencias de todo tipo son
innegables, sólo hay que saber mirar y querer mirar.
Ver que
ese dinero que falta en obras fue a engrosar las suculentas cuentas de
funcionarios y allegados, saber de la existencia de los paraísos fiscales en donde
políticos de todo color llegan a protegerse guardando dinero de dudosa
procedencia y otras tretas de ese tipo son una
afrenta difícil de soportar para aquellos que todos los días se levantan a
trabajar para sostener con su esfuerzo que cada vez es mayor, una familia y unas
arcas oficiales que demandan con una voracidad insaciable.
Cuando en los medios se presentan funcionarios y ex funcionarios francamente
cuestionados o evidentemente comprometidos con la corrupción, es lamentable y difícil
de aceptar la desfachatez. Por que opinan y hablan con mucho desparpajo sin la
menor posibilidad de brindar una autocrítica ni que hablar de un mea culpa…. Olvidándose
de la gente de pie que les pidió al
grito de “que se vayan todos” desde
el final del gobierno menemista y los trágicos días del 2001 que dejaran de
robar… como reflexionó el filósofo vernáculo Barrionuevo en algún momento.
Este momento, en donde realmente a todos nos une el espanto,
parafraseando al escritor, puede darnos la alegría de ser un punto de inflexión
si realmente sirve para sanear los vicios de funcionamiento de un entramado muy
enfermo del cual todos formamos parte, pero cuya responsabilidad mayor corresponde a
aquellos que juran por la Patria y sobre los Santos Evangelios trabaja por el bien común y luego en los
cargos con sus entornos,desde esos lugares de privilegio pueden generar todo los recursos
que los tornan aptos para llenar sus insaciables bolsillos y dar clase de choreo teórica y practicamente…por que realmente son unos maestros del afane... así
simplemente.
La sociedad demanda Justicia, sería bueno que el mensaje de
las bases llegara hacia arriba, y sería bueno también que devolvieran los
fondos porque es mucho dinero el que falta; el 30% de pobres junto a los
laburantes apremiados y el país todo lo esperan con apuro.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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