Ha desencadenado opiniones encontradas
la aprobación por el Concejo Deliberante de nuestra ciudad de una ordenanza que
prohíbe la venta de pirotecnia. Económicamente genera preocupación por los
comerciantes abocados al rubro, a tal punto que la Cámara Argentina de Empresas
de Fuegos Artificiales desee entrevistarse con el intendente. Políticamente la
ordenanza se aprobó sólo con el apoyo
del oficialismo, mientras que el bloque justicialista pide que se vete.
Pero hay otras voces y una entidad
autorizada para opinar es la Sociedad Argentina de Pediatría que manifiesta su
apoyo a la ordenanza con sólidos argumentos de seguridad y protección para los
niños que son como en muchos otros órdenes, los que más sufren las
consecuencias negativas del uso de la pirotecnia, a veces pasivamente. Dice la
SAP “ En Argentina, más de 1000 personas
por año deben ser asistidas en instituciones de salud por lesiones por
pirotecnia. El 50% son niños y el
75% varones. Y añade para ilustrar al respecto: “En la provincia de Neuquén se
prohibió por ley la venta minorista
yla utilización doméstica de pirotecnia. Por ello, bajaron los accidentes un 60% “. Parece además que “Según
organizaciones nacionales e internacionales, la prohibición de la tenencia,
manipulación venta y uso particular de la pirotecnia es considerada la única
estrategia efectiva para disminuir el riesgo de ocurrencia de lesiones.”
Todos en nuestro ámbito doméstico
conocemos de accidentes con diferente nivel de gravedad ocasionados por la
pirotecnia, y somos plenamente conscientes que su uso en el
contexto de las fiestas de fin de año no
cambia el sentido de las celebraciones así como apreciamos que lo que se puede
lograr previniendo accidentes merece ser considerado con seriedad a la hora de
valorar la necesidad de legislar
al respecto, por lo tanto apoyamos la posición de la SAP y por ende la
vigencia de la ordenanza hoy cuestionada.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.