La disposición del intendente municipal de vetar la
ordenanza que prohíbe la venta de artículos de pirotecnia ha despertado una ola
de comentarios que conviene analizar. Las disposiciones legales superiores son
invocadas como referencia de lo inconveniente de esta disposición local. Pero… resulta
que en otros ámbitos del país esta prohibición está vigente. De parte de los
sectores partidarios de la prohibición de la venta de estos artículos se
esgrimen nada desdeñables razones de seguridad que benefician a los más
desprotegidos: niños y mascotas, y por estos sectores hablan los profesionales
responsables de su salud.
Más allá de los caminos que le esperan a esta
disposición, que son el replanteo del tema por el Concejo o el archivo sin más,
es necesario advertir las entrelíneas que deja esta situación.
Por un lado revela una “independencia” así entre
comillas del Legislativo local, dado que está sometido a la voluntad final del Ejecutivo,
pero más allá de este funcionamiento institucional legalmente establecido, se
filtra una pulseada de intereses que evidencia prioridades en el planteo salud
vs economía donde ésta finalmente termina imponiéndose. Además desde la calle
nos preguntamos si los que impulsaron la ordenanza no evaluaron las
contrariedades legales que analizan los
asesores del municipio, porque si de algo se nutre nuestra clase dirigente es
de abogados y gente de leyes.
A los ciudadanos comunes nos compete la
responsabilidad de consumidores, pero un pueblo que no entiende mucho de
medidas de protección, baste sino para ver la aceptación del controvertido tema del uso
de casco de parte de los motociclistas, o el respeto de las normas de tránsito,
qué podemos pedir sobre el uso de pirotecnia cuando quemar plata de esta forma
desaprensiva parece ser el sumo del jolgorio para las festividades
tradicionales que ya se mecen dentro del
boom del consumo, que incluye petardos y luces. Pautas culturales que avanzan y
desplazan formas de festejar son el punto culminante que hacen de la venta de
pirotecnia una prioridad, entonces por lo menos esta tendría que ser regulada desde el ámbito
público disponiendo espectáculos populares que nos brindaran a todos la posibilidad
de aprovechar ámbitos comunes y pirotecnia
segura.
Quizá al tema le faltó más consenso que le podría
haber brindado por ejemplo, una Audiencia Pública pero lo que no le faltó fue
prensa que difundiera la problemática, y la repercusión del mismo así como los
muchos comentarios al respecto demuestran que este no es un tema ajeno a la
sensibilidad popular en la ciudad.
Una ciudad más segura se hace con legislación
aggiornada y con población más responsable, ojalá avancemos al respecto
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
Nota relacionada: Prohibición de vender pirotecnia en Río Cuarto - 5 de
Junio-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.