La concentración de recursos en manos del gobierno nacional, genera una impiadosa deambulación de los gobernantes del interior ante la carencia de divisas que no llegan. Esta situación determina que el “pluralismo” ideológico se aúne tras los recursos menguados y entonces por ejemplo veamos a nuestro intendente Jure, elaborando propuestas con Giacomino el intendente de Córdoba, y los vecinos “ricos” de Villa María el matrimonio Accastello.
La alineación K le redundó a esta ciudad de Villa María una fuente interesante de fondos que le han posibilitado la anhelada ejecución de obras públicas con la que deliran los intendentes vecinos: se construyeron 400 casas, redes de cloacas, desagües, pavimento, la ciudad esta remozada y la gestión decidida a ir por más.
Y si bien las últimas elecciones no fueron francamente favorables a los K en la provincia, con Eduardo Accastello incluido, esta situación no mermó su impulso y ya pronunció la determinante frase: “No me bajo más de la candidatura a gobernador”. Lo dijo en esas reuniones que hacen los dirigentes convocando a muchos, y haciéndose notar de arranque. Y así, en plena situación de angustia en la provincia como la que se vivía especialmente el sábado 29 de agosto, con focos de incendio que destruían miles de hectáreas, el postulante Accastello se candidatea sin mirar alrededor sino que con su vista fija en el objetivo del 2011, hacen reuniones que son una bofetada más para los perplejos cordobeses que a lo mejor no advirtieron este gesto, porque el humo de los fuegos serranos y no tan serranos se lo impidieron.
En el juego de la política partidaria, las internas dan para todo, y cada uno va tomando posiciones. El tema de los incendios motivó a nuestro vecino José Manuel de la Sota, que no vino a retirarse a esta ciudad, sino que aprovechó la oportunidad para expresar en una columna periodística lo que su gobierno hizo por la lucha contra el fuego, y lo que le falta hacer a la provincia en manos de su “amigo” Schiaretti. De paso… cañazo.
Este círculo vicioso en el que pasamos de una campaña electoral a otra sin solución de continuidad, es una trampa riesgosa para la democracia porque el objetivo prioritario pasa a ser la permanencia o recuperación de los lugares de poder, y el tiempo de gobernar y debatir sobre las necesidades y prioridades de la población pasan a un inquietante segundo plano.
Se vuelve a abrir un zanjón entre los dirigentes y la gente, aquel que nunca se cerró desde el 2001. Los reclamos de abrir canales de participación, demanda básica para poder reconstruir esta alicaída democracia, naufragan en la trama política que tiene siempre a los mismos actores en el escenario, reciclados en su look pero no en sus concepciones.
Concentran poder desde la nación los K, disciplinando con la billetera, y en el interior juegan los gobernadores e intendentes con un doble discurso que los hace poco creíbles, coqueteando que no son en realidad lo que parecen que son .
¿Quién puede olvidar cómo les fue a los radicales K? Y si no miremos al vicepresidente. ¿No está acaso Antonio Rins, pidiendo ser readmitido en las filas del radicalismo, luego de haberse jugado con Cobos?
¿Quién puede confiar en Giacomino, confeso “soldado K”, que expresa: "siempre la gente nos exigió tener una buena relación entre el Municipio, la Provincia y la Nación y nosotros en estos 20 meses lo hemos conseguido”?
¿Adónde piensa llegar el intendente Jure alineado con Giacomino y Accastello?
Sería muy interesante que nos lo aclarara para saber si también como el intendente de Córdoba, es partidario de las “buenas relaciones” que le han dado no tan “buenos resultados”, porque necesitamos obras en la ciudad, pero no a cualquier precio.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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