Dicen los medios que todo se inició con un llamado de un dirigente de River a un integrante
del cuerpo técnico para transmitirle al Pelado sobre una reunión para hablar de
futuro de la institución, pero parece que la decisión estaba tomada: ese futuro
… no lo incluía. No se esperó hasta que terminara el semestre, un ciclo se
termina a dos fechas de final de campeonato. Matías Almeyda que entregó todo
como jugador al club de sus amores, ese que asumió el compromiso de conducir el
equipo en su momento más doloroso
cuando se producía el descenso a la B, y
fue el técnico que lo volvió a la categoría superior. Los cuestionamientos
deportivos caben, nadie se privo de hacer comentarios sobre su trabajo, pero el
técnico siguió dando pelea en su difícil tarea.
Passarella dice que la salida fue concensuada, que es
lo mejor para River. Horas antes el técnico afirmaba que quería cumplir con su
contrato. ¿Fue realmente consensuada la salida? Y supongamos que el presidente
tenga razón, pero… ¿ No puede haber un tratamiento del tema más respetuoso no
sólo de un contrato, sino de una persona que bien, regular o mal cumplía su
tarea, a sólo dos fechas de finalizar un certamen?
El paso de los técnicos al compás de los resultados,
no es solo una situación que se da en este club y en este momento con Almeyda
sino que se vive a diario y convierte a esta tarea casi en un trabajo insalubre.
¿Sabe por qué? Porque más allá del destino de los clubes y las necesidades de
los mismos está el fenomenal negocio del fútbol, del que tantos sacan
beneficios. Matías Almeyda en la conferencia de prensa, que brindó , digno y emocionado por el momento que vive pidió desenmascarar a los hipócritas... no es poca cosa.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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