El viento norte inclemente de agosto, se
enseñorea por los campos del sur cordobés, y no respeta jerarquías a la hora de
hacer sentir su rigor. Así sucedió cuando ayer en un palco colmado de dirigentes
encabezados por el gobernador De la Sota y los confraternizantes intendentes
radicales Ramón Mestre de Córdoba y Juan Jure de Río Cuarto, se dio por
comenzado el nuevo trazado que convierta
a la maltrecha ruta 36 en una moderna autovía que una nuestra ciudad con la
Capital provincial.
Ni el menos informado de nuestros
vecinos puede negar la necesidad acuciante de esta ruta. Es un tema fuera de
discusión y una de las promesas que el gobernador sabe que tiene que llevar a
cabo para afrontar airoso otros desafíos electorales que revitalice la confianza de nuestra sociedad que lo desairó en la elección
municipal de abril pasado. Después de todo, las aspiraciones ahora del
gobernador son presidenciales. “Cuando
Córdoba se pone de pie es invencible y no deja de avanzar”,
fue una frase fuerte que busca un tiro por elevación.
Claro, algunos obstáculos tiene nuestra
provincia para continuar y los cimbrones no dejan de sentirse: los gremios
estatales no asumen que el avance tan mentado se haga a costa de posponer los
aumentos a los jubilados y el gremio de los petroleros que nuclea a los empleados de las
estaciones de servicio tampoco asumen que se apruebe y entre en vigencia la
tasa vial, impuesto disfrazado que nos obligará a los cordobeses a pagar un
sobreprecio por los combustibles, con lo cual se espantarían los clientes de
los surtidores vernáculos para proveerse en otras provincias vecinas a mejor
precio, con el potencial perjuicio para el sector incluida la pérdida de fuentes de trabajo.
Pero esos son sólo “detalles” que no
entraron en el mensaje del primer mandatario,
que sólo desgranó las bondades del proyecto, verdadero canto de sirena para los
usuarios del trayecto. Pegó José Manuel con sus críticas al gobierno nacional, porque
ya es parte de la crónica diaria las hostilidades y enfrentamientos cruzados
entre ambos y pretendió sumar adeptos entre los intendentes, pero Juan Jure demostró que aún duelen los zarpazos
de la pasada campaña y las nuevas intromisiones del justicialismo en la ciudad como
para aplaudir en la tribuna. Esa tribuna que resultó chica para contener a
todos en la foto, y a la que se alentaba desde La Militante , fracción que cómo se usa ahora, agrupa a la “escudería”
fiel a De la Sota.
Córdoba es cierto, avanza, a pesar de
los gobiernos y administraciones que dejan sus finanzas
comprometidas, de las disputas entre jurisdicciones para adjudicarse y repartir
recursos, de la cantidad de empleados estatales que se incrementan en cada
gestión no para cumplir funciones específicas sino para salvar compromisos
partidarios y pesan sobre las alicaídas arcas estatales. ¿Sabe por qué avanza
Córdoba? Porque el pueblo cordobés, no baja los brazos, a pesar de los
desalientos y las decepciones y todos los días sale a trabajar para contribuir con su esfuerzo a que esto así
suceda.
Entonces cuando en la ventosa jornada el
gobernador inicia una ruta que nos prometió otras veces con bombos y platillos,
hasta con la presencia del entonces presidente Kirchner, los de abajo sólo
esperamos que se concrete y que el fantasma de los sobreprecios y las trampas
no empañen ni posterguen este impulso de hacer algo para proteger la vida de la
gente, que es la que en definitiva se juega el pellejo viajando por caminos intransitables.
Hay detrás del pésimo estado de la ruta
36 una vieja historia de promesas incumplidas que nuestra clase dirigente,
esconde sin ruborizarse. Esperamos que haya llegado la hora de la reparación.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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