Córdoba siempre de temporada: ahora disputas por jubilaciones e impuestos

De La Sota visitó la Exposición de La Carlota, y su mensaje fue tranquilizador...para el agro. Mientras tanto cuando  desde distintos frentes políticos, con referentes de fuste desde el ámbito nacional cómo el Jefe de Gabinete y el titular de la Anses, se abalanzan con sus críticas  sobre el gobierno cordobés reclamando que los déficits sean asumidos por otros sectores, se genera una confusión que debemos desentrañar.

Vivimos una situación que parece una comedia de enredos, pero lamentablemente no es comedia y en su transcurso suceden  graves hechos con perjuicios que recaen sobre los cordobeses. En la provincia el gobernador pasa a ser, según  quien opine, un dirigente que protege al ruralismo al avanzar sobre los recursos de los jubilados al postergarle el cobro de aumentos; la Anses no cumple con la deuda con la Caja provincial porque esta no “armonizó” la situación de los jubilados  que perciben el  82% y entienden desde la Nación  que falta a los prometido; los dirigentes gremiales deben despegarse de tal situación y movilizan por reclamos generando protestas que terminan en serios conflictos ; la policía responde con  represión y desde el gobierno provincial se explica a la ciudadanía  la consabida responsabilidad a los “infiltrados” que actúan provocando tales desmanes. Viejas películas que vimos ininterrumpidamente en el transcurso de  tanto tiempo, con prácticas que sobreviven y evidencian un estancamiento en la evolución de la vida democrática del país. ¿No tendríamos que haber aprendido a usar las instituciones de la democracia para debatir y resolver estas cuestiones de estado?

Que la maniobra del gobierno provincial ha sido poco feliz, ni dudarlo. Pero tampoco se puede dudar que descalificar la actitud del De La Sota es un recurso que trae agua para el molino K, y no es poco por que así, de paso que no pagan embarran la cancha del díscolo gobernador que pretende sentarse en el sillón de Rivadavia, pretensión convertida en osadía que a más de uno le está generando dolores de cabeza. La credibilidad del  relato depende de  quién lo manifieste,  entonces en Córdoba cuando se ocultan los puntos oscuros de mala administración y se destacan las bondades del sistema jubilatorio que cuesta sostener qué opinará la gente cuándo De la Sota manifiesta que el Gobierno Nacional le exigía que se modifique el método de cálculo de las jubilaciones, pasando a tomar el promedio de los últimos 10 años, en lugar de los actuales 4 años que se toman en Córdoba.

En este enredo  de poderes y manejos de fondos, dentro del esquema impositivo de la provincia el Inmobiliario Rural se lleva las palmas como el que viene con retraso desde 1993. Pero fíjese en este relato: Ni De la Sota ni Juan Schiaretti revaluaron los campos ni subieron las alícuotas del Inmobiliario Rural, pero en cambio inventaron diversos fondos específicos que pagan los dueños de tierras rurales.

Este año, la Provincia embolsará en concepto de esas tasas al agro casi cinco veces más de lo que planea recaudar a través del impuesto a la tierra rural.

Esa fórmula no es inocente. Los fondos específicos no se coparticipan y los únicos que perdieron ingresos fueron los municipios.

La Provincia ahora eleva esa mecánica al rango de política de Estado con la creación de la controvertida tasa vial que pagará cada particular y cada rubro de la producción a la hora de cargar combustible. Los municipios tampoco recibirán nada de los 500 millones que planea recaudar De la Sota.(1)

Así como está planteada esta situación provincial, con números en rojo y leyes que aprietan al trabajador y a los sectores productivos ni lo dude que los últimos meses del año serán de dificultades crecientes para el común de la gente.  Porque todos estamos tapados con una frazada corta que nos deja al descubierto cuando se acaba la etapa de bonanza y los recursos empiezan a ser tironeados ferozmente por los que son responsables de su distribución llámese gobierno nacional, provincial o municipal.

 CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

De un lado el relato del otro lado el ardid. María Virginia Guevara. La Voz 26.08.12