Por Ismael Goñi*
"Indígnate" nos dice Hessel... ¿si no somos los jóvenes quien se va aindignar y preocupar por un futuro mejor? si es que existe un futuro o ya el capitalismo feroz se lo devoró.
Cuando leí el libro "Indígnate" parecía que Hessel me hablaba al oído y me decía inquiétate, duda, cuestiona todo. Dicen que existe un libro que te hace reflexionar, replantearte las cosas que ocurren a tu alrededor, que de algún modo te hace madurar, creo que este libro hizo eso en mí.
¿Pero de que nos tenemos que inquietar? Si en nuestro país no hay dictadura, si no hay guerras armadas, no sufro hambre ni frío, estudio en una hermosa universidad, más o menos vivimos bien. Este es sin duda un pensamiento y una mirada muy pasiva, indiferente, inocente e ingenua.
En nuestro país hay dictaduras, claro dictadura de otro tipo no como la de la década del 70, pero dictadura en fin. Hay dictadura mientras vivamos en este capitalismo, donde lo material y la individualidad son protagonistas. Donde hablar de responsabilidad social y cuidado del medio ambiente es una utopía bien lejana. Hessel nos dice: "La sociedad no puede dejarse impresionar por la dictadura actual de los mercados que amenaza la paz y la democracia".
Hay dictaduras mientras siga existiendo la pobreza. Argentina es el país más rico del mundo, genera alimentos para 300 millones de personas y no puede alimentar a una buena parte de sus poco más de 40 millones.
Hay dictadura mientras las empresas multinacionales se lleven los minerales de nuestra tierra explotándola, mientras siga existiendo la minería a cielo abierto. Hay dictadura mientras el ser humano siga matando y exterminando las demás especies.
Es tan difícil que los poderosos se den cuenta que son poderosos por el simple hecho de nacer en una casa lujosa y no en un villa miseria. Es tan difícil darse cuenta que una vez que cubrís todas tus necesidades básica lo que te sobra no te sirve de nada pero quizás a otras personas les salva la vida. Hessel dice el dinero nunca había sido tan egoísta.
Creo que hoy es más fácil, menos peligroso indignarse. No nos gobierna Videla, Mussolini ni Hitler... ¿Que esperamos para indignarnos? Esta cita es muy clara: "Chicos, cuidado, hemos luchado por conseguir lo que tienen, ahora les toca a ustedes defenderlo, mantenerlo y mejorarlo; no permitan que se lo arrebaten". Que hermosa y gran responsabilidad nos deja Hessel, que gran incentivo nos da.
Vivimos en dictadura mientras los medios de comunicación sigan siendo de políticos corruptos o de empresas que respondan a intereses meramente económicos. Mientras la televisión siga siendo una droga que nos come el cerebro. Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, nos toma como estúpidos, nos falta el respeto continuamente y nosotros la aplaudimos. Los medios quieren que seamos seres pasivos y narcotizados, como diría una vieja teoría de la comunicación. Hessel dice: "Hoy se trata de no sucumbir bajo el huracán destructor del siempre más, del consumismo voraz y de la distracción mediática mientras nos aplican los recortes".
Las empresas y sus publicidades nos venden los que se proponen, mientras que a nuestras espaldas destruyen el mundo, o creen que es casualidad las últimas catástrofes naturales? Creo que el planeta no da más no aguanta más y nos grita como lo hace Hessel ¡Indígnate! ¡Inquiétate!
Hace unos días escuchaba que Estados Unidos tiene una deuda de 14 billones de dólares, ¿cuánto papel es eso? ¿dónde está ese dinero? Un economista en la tele explicaba que ese dinero bien acomodado ocuparía ¡16 canchas de River! ¡Qué loco todo! ¡Qué mundo irreal! ¡Cuánto nos mienten!
Hay dictadura mientras la Unión Europea siga respondiendo a la financiación del mundo y beneficiando a los más pudientes, mientas vaya contra la paz y los intereses de los países pobres. Hay dictadura mientras la globalización, ese término que nos vendieron las grandes empresas, siga favoreciendo al capitalismo que destruye a nuestro hermoso planeta.
Hay dictadura mientas América Latina esté bajo el poder de los narcotraficantes. Mientras existan policías que son sobornados por dos pesos, mientas haya políticos corruptos, mientras el gobierno de ultra derecha de Chile diga que nada es gratis y que la educación no debe ser pública.
Miremos a nuestro alrededor....en Córdoba la soja, ese yuyo con gusto a nada, destruye nuestra tierra. Los ríos y montañas se contaminan, gigantescos cráteres de la minería a cielo abierto explotan nuestro suelo querido.
Hay dictadura mientras la justicia sea injusta, mientras la tan famosa brecha entre los pobres y ricos sea tan grande. Hoy no está más el muro de Berlín pero hay miles y miles de muros que nos separan y nos dividen. Nosotros los jóvenes debemos destruir esas barreras.
*Alumno de Ciencias de la Comunicación. UNRC
http://miradacritica-gs.blogspot.com/2011/09/interpretando-hessel-indignate-por.html
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