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12 sept 2011

La generación dorada y su lección


El deporte es convocante en el país y el mundo. Fogoneado por las estrellas con un alto nivel de profesionalismo y la poderosa maquinaria publicitaria que gira a su alrededor, todas las disciplinas tienen en mayor o menor grado su corte de espectadores. Así este fin de semana el país deportivo vibró al compás del básquet que con la representación del Seleccionado Nacional logró una nueva cumbre, el título  de campeones del Preolímpico-FIBA Américas, broche de oro de la clasificación, junto a Brasil, a los Juegos de Londres-2012 en el torneo que se jugó en Mar del Plata.



Los logros deportivos de la Generación Dorada son asombrosos. ¿Los recordamos?

-Medalla de plata en el Mundial de Indianapolis 2002
-Medalla de plata en el preolimpico San Juan 2003
-Medalla de oro en los Juegos Olimpicos Atenas 2004
-Medalla de plata en el premundial 2005
-Cuarto puesto en el mundial 2006
-Medalla de plata en el preolimpico Las Vegas 2007
-Medalla de bronce en los Juegos Olimpicos Beijing 2008
-Medalla de bronce en el premundial Puerto Rico 2009
-Quinto puesto mundial de Turquia 2010
-Medalla de oro en el preolímpico de Mar del Plata 2011

Un equipo actualmente con un promedio de edad de 32 años, de jóvenes no tan jóvenes que demostraron sobre todo capacidad para superar obstáculos personales, que incluyeron en algunos casos problemas de salud  y que no menguaron el entusiasmo de participar en el torneo que junto al pasaporte a los Juegos Olímpicos, se jugó “en casa”- Mar del Plata tuvo el privilegio de ver de cerca a estos verdaderos titanes y el país siguió en directo los juegos.

¿Qué nos enseñaron los muchachos del básquet? Comencemos: el valor que le dan a la participación en el seleccionado nacional para estar siempre presentes, la importancia de la continuidad de un grupo que comporte las instancias desde hace 12 años, el mantenimiento de un nivel superlativo en sus carreras individuales como base para participar cuando son convocados, el estar ubicados donde corresponde estar o sea en el mundo deportivo y no ser estrellas de otros ámbitos, la importancia de la solidaridad y respeto que evidencian entre ellos y la emoción que trasmiten cuando se abrazan fraternalmente en el momento del éxito. Simplemente la generación dorada además de darle a la gente alegrías por los triunfos, les transmitió valores durante  los juegos y luego de los mismos. Sobrios, respetuosos, rodeados de sus familias, con sus hijos en brazos y alentados por la hinchada, porque  en Mar del Plata hubo hinchada y no desbordes de barras bravas, los muchachos del básquet y su público aportaron un final de fiesta que es para tener bien presente. Ah! Y por si fuera poco jugaron 9 encuentros en 12 días o sea se sometieron a un exigencia física harto evidente, para lograr el anhelado podio.

La calidad del deporte nacional quedó bien demostrada, con hidalguía y por si fuera poco con un triunfo sobre Brasil, conducido por Rubén Magnano un técnico argentino “de exportación”. Conclusión: esta situación  también es elocuente para demostrar que cuando queremos podemos hacer las cosas bien y nos alcanza para brindar talento al mundo. Tenemos  capacidad en nuestras nuevas generaciones,  ya está como en este caso absolutamente probado , falta la voluntad de avanzar y brindarle el apoyo que la juventud merece para que podamos estar disfrutando de estas gratificantes realizaciones en vez de las luctuosas noticias de las crónicas diarias que los tiene por protagonistas.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RÍO CUARTO

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