Cosas de mujeres: Cristina y los zapatitos de la discordia

Cada viaje al exterior de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se presta para trascendidos acerca de “algunas compras”. En el glamoroso primer mundo los artículos son acordes a las billeteras vip y por consiguiente los números de las facturas son abultados. Sorprendidos, incrédulos y ya curtidos por el espanto nos enteramos de ese “malicioso rumor” por el cual la presidente habría gastado 110.000 dólares en cinco pares de zapatos. Pero cómo de excentricidades nos nutren a diario los medios, no podemos en este caso sino quedarnos con el beneficio de la duda, preguntándonos si con los antecedentes del caso porque no puede ser cierto el rumor.

Entre los comentario de Jorge F Legarda en el Puntal de este domingo 25 de setiembre, hace una referencia a la situación generada por la noticia de los zapatitos que le acercamos. Dice Legarda, repasando los hechos de la semana:

"Jueves 22.- Revelan que Cristina gastó más de cien mil dólares en zapatos.- Los que se preguntaban qué corno había ido a hacer a París la semana pasada, sin agenda oficial, ya tienen su respuesta: no podía llegar a Nueva York, la patria de Carrie “Sex and the City” Bradshaw, con los pies virtualmente desnudos. Es que para los discursos de entrecasa, como los que anuncian electrodomésticos para todos o le explican a la oposición que repartir colchones no es clientelismo, se arregla con lo que tiene en el ropero —bueno, en los roperos—. Pero para amenazar a los ingleses con cortarles el rostro o instruir didáctica pero severamente al establishment mundial sobre cómo se maneja la economía necesita estar asentada sobre bases sólidas como las que proporcionan esos Christian Louboutin de suela roja —para hacer juego con las alfombras que están diseñados para pisar— y 5.500 dólares el par que la Presidenta se agenció en su incursión por Francia, que como así se comprueba versaba sobre graves cuestiones de Estado. Y todo para qué. Para que nadie le reconozca la vocación por el ahorro que manifiesta al haber comprado veinte pares de un saque, de modo de tener asegurada la provisión hasta casi llegado el momento de las elecciones.

Viernes 23.- Fuerte desmentida oficial a la compra de zapatos de Cristina.- Un invento, un absurdo, según aclaró saliendo de su mutismo, tan habitual en él como original en alguien de su profesión, el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro. Por supuesto, a quién se le podría ocurrir que Cris gasta fortunas en vestirse, en maquillarse, en extensiones para el peinado o en carteras Louis Vuitton. Si se nota a simple vista que es una mujer humilde que detesta el lujo y la ostentación. Eso sí, Scoccimarro mencionó como “prueba” de su inocencia que la Presidenta “nunca salió del hotel” parisino, cuando la información original —que debería haber leído— decía que los zapatos los había comprado precisamente en su habitación, después de contratar un servicio de ventas personalizado que Christian Louboutin reserva para clientes vip. Problemas de la falta de entrenamiento en el arte de desmentir. Hasta ese jugador de River que para negar la fiestita de la pizzería proclamó que “la pizza estaba riquísima” es más eficiente como desmentidor que nuestro lacónico vocero."