Cuando los jóvenes se aprontan para celebrar la llegada de
la primavera, en esta jornada que la antecede se celebra el Día del Jubilado, y
es una efeméride que merece ser tenida en cuenta. El 20 de setiembre como día
del Jubilado argentino se conmemora dado que en esa fecha de 1904 se sancionó
la ley Nº 4349, que fue precisamente la primera ley argentina de jubilación,
correspondiente a los trabajadores estatales.
Este día del Jubilado fue instituido en 1983 con el
advenimiento de la democracia y es un reconocimiento que merecen nuestros
adultos mayores, aquellos que nos
precedieron en el camino de la vida y que hoy retirados continúan muchos en
actividad, para lograr llegar a fin de mes y otros apoyando a sus familias con
su quehacer.
Porque los adultos mayores son el depósito de la sabiduría,
y con su trabajo y esfuerzo han abonado
el camino de las realizaciones en el país, los saludamos con todo afecto y
respeto y deseamos que los logros que mejoren su calidad de vida sean una
realidad en breve. Detrás de cada historia de vida hay demasiados esfuerzos y
sacrificios y lo menos se merecen los que transitan esta etapa es el reconocimiento de una
sociedad que por estos días financia planes de demasiado tipo con los fondos
del Anses y escatima recursos para otorgar el 82% a la clase pasiva.
Pueda ser que con las bondades que derrama el modelo lleguemos
a ver que las jubilaciones que permiten una vida tranquila no sean solo el
beneficio que se le otorga a minorías privilegiadas, entre las cuales están los
pasivos de la clase dirigente, sino que alcancen a la mayoría de nuestros
mayores que trabajaron para lograr este presente.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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