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7 may 2016

Marcharon por un nuevo femicidio en Córdoba: suman cuatro en nueve días

La protesta fue previa a la convocatoria del 3 de junio. Piden que la Provincia adhiera a la ley de violencia de género. 
 
Mientras se empezaba a difundir la segunda marcha por Ni Una Menos para el próximo 3 de junio, la ola de femicidios de las últimas semanas en Córdoba motivó una convocatoria espontánea que se realizó ayer en avenida Colón y General Paz. Agrupaciones sociales, políticas y particulares se movilizaron por Celeste Montes, Carina Drigani, Johana Altamirano y Lis Funes, las últimas cuatro mujeres asesinadas en la provincia en nueve días.

Las diferentes agrupaciones reclaman la declaración de la emergencia, ya que Córdoba es la única provincia que no adhirió a la ley nacional en materia de violencia de género.

La ley 26.485 establece protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en los que se desarrollen sus relaciones interpersonales.

El femicidio ocurrido hace 9 días en La Calera, que terminó con la vida de Lis Funes, había impulsado la convocatoria a una marcha para el viernes 3 de junio. Sin embargo, los asesinatos de Carina Drigani y Celeste Montes acaecidos entre el jueves y ayer (ver aparte), y el crimen de Johana Altamirano, motivaron a una manifestación espontánea que tuvo lugar con la participación de decenas de personas en el centro de la capital provincial.

Vuelco

Un sorpresivo vuelco se dio en la investigación por el femicidio de Carina Drigani, la fisioterapeuta de 44 años, cuyo cadáver fue encontrado el jueves en un arroyo de Icho Cruz,  cuando fue allanado el domicilio donde la víctima vivía con su actual pareja, Hugo Salas, y al hombre le secuestraron una camioneta Duster blanca y su teléfono móvil.

La fiscal de Violencia Familiar, Mercedes Balestrini, ordenó el secuestro y el análisis de la camioneta, el teléfono y otras pertenencias de Salas, un empresario de 70 años que desde hace un año estaba en pareja con la víctima.

Además, se allanó una fábrica de bolsas plásticas que Salas tiene en Alto Alberdi.

Salas fue quien llevó a Carina  hasta su consultorio de barrio Alberdi el martes pasado a las 16 y quien, al volver una hora después, encontró el celular de la mujer, el botón antipánico, su cartera y una computadora encendida.

El abogado de Salas, Rubén Sole Dolphyn,  pidió a la fiscal Balestrini que se tome una medida de prueba que, a su criterio, será "contundente" para desligar de cualquier sospecha a Salas.

El abogado precisó que la Justicia secuestró un Totoya Corolla y una pick up Nissan color celeste que son propiedad de Salas.

En 2015 y en enero pasado, Carina Drigani había denunciado por violencia doméstica a su exmarido Daniel Baretta, de 41 años, con quien tiene dos hijos adolescentes, un varón de 15 años y una nena de 12.

El pasado lunes la mujer  había vuelto a denunciar a Baretta porque el fin de semana había recibido mensajes amenazantes desde un teléfono desconocido: “Mayo es tu último mes”; “El luto te queda bien”, fueron algunos de los mensajes recibidos.

“Las amenazas se registran desde hace tiempo, aunque se potenciaron entre el pasado viernes y el lunes”, detalló la abogada de la fisioterapeuta, a quien le habían suministrado un botón antipánico y tenía custodia policial en su casa de barrio General Paz, pero no en su consultorio.

La abogada Dreller explicó que la mujer no tenía custodia en el consultorio porque “su actual pareja la lleva y la busca cuando tiene que trabajar allí”.
Una hora después de la desaparición de Carina, fue detenido su ex marido, Daniel Baretta.

El penalista Gustavo Núñez -defensor de Baretta- dijo que “la noticia de la muerte de esta señora no es grata ni para mi cliente ni para sus dos hijos. Él estaba trabajando en el momento que, según se denuncia, ocurrió la desaparición de Carina. Está absolutamente probado que mi cliente estaba trabajando a esa hora, lo prueban las cámaras de seguridad y el sistema de huella digital de su trabajo; además están los testimonios de sus compañeros como testigos”.

Baretta por ahora está acusado de "violación de restricción de contacto y amenazas", ya que se habría acercado a la casa de su exmujer cuando lo tenía prohibido. Acerca de la víctima, Núñez indicó que "ha tenido algunos antecedentes psiquiátricos que han motivado su internación" y que había desaparecido incluso cuando estaba casada con su cliente.

Puntal 07.5.16

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