Leonardo Fariña escribió una carta a Leandro Báez luego que éste denunciara a Casanello, donde asegura que el hijo de Lázaro “es una boleta caminando por Río Gallegos”.
La carta completa publicada en Clarín:
“He escuchado de una supuesta estrategia de la familia Báez simulando una ruptura como ardid jurídico. A quienes conocemos a Leandro nos parecería forzada esa teoría. A mi parecer
Leandro tomó la impronta al ver que quien siempre protegió y amparó los
negocios de su familia hoy es quien prefiere que su padre quede de por
vida recluido en una cárcel, para así salvaguardar sus intereses y mantener su falsa ética, devastada por la realidad pero lejos de una cárcel”.
“A la vista está que Lázaro todavía no entendió que está preso y todo lo que se le viene, no
vio que esta perdiendo a su familia y todavía prefiere mantener un
falso orgullo de no decir: ME EQUIVOQUÉ. Pero mi pregunta es la
siguiente: si cada día que pasa se comprueba un hecho nuevo de
lavado, se encuentra un nuevo bien oculto y está detenido sin vistas de
una inminente salida, ¿Qué lo frena y qué presión tiene?”.
“La respuesta es simple: Lázaro debe estar presionado bajo amenazas a su familia. Pero esto no obsta que el sufrimiento que tiene Leandro por ver a su padre preso supere cualquier presión. Hoy Leandro
tomó la posta y se enfrenta a una situación de riesgo muy grande por
las represalias que puede sufrir de Cristina y sus ex funcionarios,
pero que a su vez empuja a Lázaro, como padre, a amparar a su familia y
tomar el aliviante camino de la verdad. Como ya lo he dicho, la mano mágica no va a llegar. Las épocas de negocios fáciles y encubrimientos diversos ya no existen, y lejos de eso, Lázaro se transformó en la más peligrosa amenaza que enfrenta el kirchnerismo”.
“Lo que queda claro, es que Leandro Báez,
presidente y accionista de Austral Agro S. A – empresa muy importante
del grupo y que me consta que ha tenido conocimiento de todo en lo que
yo he participado– ha reconocido implícitamente que los negocios
de su familia responden al mando de el ex presidente Néstor Kirchner y a
la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Tampoco hay
que dejar de lado la manifestación que hace, muy cierta y relevante,
sobre una cuestión lógica: él cita en mi declaración el tema del
sobreprecio de la obra pública y del adelanto financiero, y se pregunta
cómo llegaron esas obras mediante la adjudicación a la empresa de su
padre. La respuesta vuelve a ser simple: mediante la complicidad de la
ex presidente y sus funcionarios. Y como yo también lo he denunciado, Leandro hace hincapié en el actuar de Ricardo Etchegaray”.
“Creo que hoy fue un día trascendental en la causa: hoy Leandro
dio un gran paso hacia la verdad, y creo que hay que interpretarlo como
un pedido de imparcialidad para con el debido proceso de su padre y
hermano, pero que a su vez enmascara el gran miedo de que no se
llegue a donde se tiene que llegar, a los mayores responsables de estos
actos que fueron quienes denotaron el poder y la responsabilidad de
manejar Santa Cruz y posteriormente el país en los últimos 12 años”.
“Hoy el sufrimiento de Leandro puede transformarse en el principio del fin de una mentira, es decir, de Cristina y su gobierno.
Lo único que falta es que su padre, preso, pueda pensar más allá de
cuatro paredes y un techo de chapa, recapacite, se dé cuenta inclusive
que su defensa está dirigida a, sutilmente, defender los intereses de
Cristina y por sobre todo –dicho mal y pronto en lenguaje carcelario– que el valor de su hijo lo llevó también a ser una boleta caminando por Río Gallegos”.
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