En
el Hospital San Antonio de Padua de la ciudad de Río Cuarto, se levantan voces
por reivindicaciones salariales de los
trabajadores de la salud entre otras demandas para el sector, con diversas modalidades de protesta. Los
problemas gremiales subyacen por que los montos de aumento acordados por la
dirigencia del SEP (Sindicato de Empleados Públicos) y ATSA (Asoc de
Trabajadores de la Sanidad Argentina) no satisfacen lo que muchos consideran
necesario. La representación gremial podrá estar dividida pero lo que no se
puede negar es lo de siempre, la
postergación que a la hora del reparto le cabe especialmente los trabajadores
de las áreas que deberían ser privilegiadas: salud y educación más aún de
acuerdo a las promesas electorales que así lo destacan. Cuanto candidato se
sube a una tribuna o difunde su propuesta, a la hora de prometer salud y
educación a la cabeza, tras la elección a encolumnarse entre las cenicientas
del sistema.
“Estamos en desacuerdo con lo firmado por el
Sep y por Atsa porque entendemos que garantizaron sueldo de miseria. No podemos
aceptar nada por debajo de la canasta básica”, remarcó Sandra Sommadossi, de la
Unión de Trabajadores de la Salud (UTS), que encabeza el reclamo.
Así
la protesta de salud del pasado 5 del corriente mes de abril contó con la presencia de la diputada nacional
Griselda Baldata quien entre otros conceptos señaló: “uno
sabe cuáles son los problemas estructurales de la salud pública y quería
acercarme para escuchar puntualmente a los trabajadores del Hospital. Y ver si
en el ámbito en el que yo estoy podemos hacer cosas para que especialmente el
problema se visualice y la gente lo entienda”.
La salud es cosa seria, y su problemática debería ser abordada con más
compromiso, la infraestructura puesta al
servicio de la comunidad es destacable, pero tanto más necesario es que los recursos humanos
altamente capacitados cuenten con salarios dignos que le permitan vivir y
desarrollarse profesionalmente. Así de simple.
También
sería interesante que la situación de los trabajadores de salud en sus
distintas facetas fuera atendida por los representantes electos por el pueblo,
porque el problema radica no sólo en la salud pública. El acceso a un cargo estatal es
difícil desde siempre, por tradición lo logran los amigos del gobierno de turno
y eventualmente por algún concurso. Para vivir, más de un trabajador del sector debe bajar la cabeza y
aceptar las condiciones que imponen los centros de atención privados y allí se puede encontrar de todo:
monotributistas en relación de dependencia, sin ninguna cobertura social,
trabajo en negro o gris o de cualquier color menos blanco. Todo vale, por
que trabajar hay que trabajar cómo le sucede a tanto laburante argentino.
Y después cuando llega la hora del
retiro, si el trabajador de la salud en el sector privado adonde el sistema
prácticamente lo obliga a desempeñarse bajo la tutela de los haberes percibidos
por obra y gracia de las Obras Sociales, cuando no gerenciadoras y otras
conducciones por el estilo, si este
trabajador aportó de su bolsillo la cuota mensual durante 30 años a la Caja de Profesionales del Arte de Curar puede retirarse a los 65 años, ellas y ellos. Sí, de uno y otro sexo, por igual para
pasar por caja y cobrar mensualmente la suma de 1800
pesos.
¿Qué pensaba Ud. qué un médico, odontólogo, kinesiólogo o demás trabajadores del rubro al retirarse cierran su
consultorio y se dedican a disfrutar del descanso mejor que cualquier jubilado
que cobra el haber básico? Si así lo considera
ya lo ve, está muy equivocado.
De estas cosas también tendrían que
ocuparse nuestros legisladores y abocarse a resolverlas así como difundirlas a
la opinión pública, por que hacen a la atención de la población. La gente debe saber en qué condiciones trabajan los
profesionales y que llegar a fin de mes les cuesta tanto o más que a
cualquiera. Así también, el debate por la distribución de los recursos en salud
es un tema pendiente que el gran pueblo argentino necesita y espera.
Por eso la lucha en salud es de
larga data y poco conocida por la población, a la que sólo se le muestra un
hospital nuevo, que no es poco cómo en nuestra ciudad, pero no se le muestra
los trapos sucios que el sistema viene arrastrando y no se sacan a la luz.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO
CUARTO
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