El 1º de enero , Dilma Rousseff asumió la presidencia de Brasil. En Brasilia rodeada de los funcionarios de su país y de los presidentes y representantes de los distintos países del mundo, pronunció su primer discurso en el cargo. Lo inició con una referencia rotunda: “Por la decisión soberana del pueblo, será la primera vez que la banda presidencial (en Brasil) se pone sobre los hombros de una mujer” dijo, y siguió haciendo referencia al lugar que le toca ocupar a las mujeres para lo cual se comprometió a “abrir puertas, para que muchas otras mujeres puedan ser presidentas”.
Leal y
agradecida con su antecesor Lula, que deja el gobierno con un 87% de imagen positiva, ratificó la continuidad con las políticas económicas y
sociales enfatizando su compromiso con la prioridad de la lucha contra la pobreza y exaltando la posibilidad de
inclusión social por medio de la educación.
Consciente
como están los brasileños del lugar que le cabe en el orden mundial, por su
potencialidad, señaló prolijamente que no dejará pasar ese momento histórico
para lograr ubicar a Brasil en las áreas
de los países desarrollados,
ratificando así mismo su compromiso con las naciones latinoamericanas,
fortaleciendo el Mercosur y la Unasur. Pero realista, envió señales de
mantener buenas relaciones con los poderosos del mundo, por que el logro de las metas
depende de articular estas vinculaciones. Describió las bondades del gigantesco
país que preside y enfatizó la defensa
del medio ambiente, como así también rescató el valor trascendente de la cultura como inversión para la
inclusión y el desarrollo de los pueblos, en la que piensa no escatimar
esfuerzos.
Se pronunció
ferviente defensora de las libertades
individuales, especialmente de la libertad
de prensa, y los derechos humanos
.Y cómo activista que fue en la lucha contra la dictadura, ratificó su firme defensa de la democracia y se comprometió a combatir la corrupción. Los que en
otra época la acompañaron en su militancia,
y ya no están fueron recordados y a ellos les tributó el homenaje de ese momento histórico.
Simple,
sencilla, apeló a su condición de mujer para decir que “mujer no es sólo valentía sino cariño” y así mencionó a sus
afectos más próximos: su hija, nieto y madre.
Dejó la
imagen de una mujer más, con la enorme responsabilidad que su cargo le
confiere. Por el bien de Brasil y de Latinoamérica toda, esperamos que pueda
cumplir su plan de gobierno, como argentinos tenemos intereses económicos
importantes para desear que eso así suceda, pero sobre todo necesitamos que las
mujeres demuestren que están capacitadas para los desafíos en las que las
coloca el destino, porque es un gran paso en el desarrollo de la humanidad.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS
DE RIO CUARTO
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